lunes, 19 de octubre de 2009

MENS SANA

MENS SANA

19.10.09


Oigo en la radio un corto publicitario, en el que se oye una voz femenina, aparentemente joven, que dice algo así como: “Yo he sido diploma olímpica de judo. Practica mi deporte. Te ayudará a tener más sano el cuerpo y la mente”.

¡Que, no! ¡Que no van por ahí los tiros! Está muy bien practicar deporte. Eso, en efecto, contribuye a la calidad física de la persona y, durante la práctica del deporte; de cualquier deporte, es fundamental la concentración. Y la concentración lleva a la falta de pensamiento. Y la ausencia de pensamientos, contribuye a la salud. Esta es la derecha.

El aforismo latino, reza. “Mens sana in córpore sano”. ¡Mentira! Por muy sano que esté el cuerpo, no irá en consonancia la sanidad de la mente y, por tanto la salud física. El aforismo fue concebido al revés.”Corpore sano in mens sana”. Lo que ocurrió es que, al traductor, le debió de sonar a chino lo de la influencia de la mente sobre el cuerpo, y le dio la vuelta saínamente, para convertirlo en la chorrada que llegó a nuestros días.

La realidad es que el aforismo: “Mens sana in corpore sano” se atribuye a Iunius Iuvenalis (10, 356) Dice el poeta que el hombre verdaderamente sabio, no pide al cielo más que la salud del alma y la del cuerpo: orandum est ut sit mens sana in corpore sano. Sin embargo, suele citarse esta expresión para indicar que la salud del cuerpo es condición indispensable para la salud del alma. Y ahí está el error. El cuerpo no determina la salud de la mente, sino al revés, es la mente la que determina la salud del cuerpo. “Si piensas bien, vives bien. Si piensas mal, vives mal”. Somos la que comemos, pero también, y sobre todo, lo que pensamos.

Abundo en el pensamiento. Es más, afirmo que, excepto las singularidades patológicas que confirman mi regla, el 100% de las enfermedades tienen su origen en la mente. Su causa primigenia son los conflictos emocionales que sufrimos a causa del desenfoque de nuestras mentes, que están mal aleccionadas y mal entrenadas desde el momento del nacimiento, e incluso antes del parto. Concluyentemente, estoy autorizado para decir, después de cuarenta años de ejercicio de la medicina, que he llegado a esta conclusión.

Corpore sano in mens sana. Eso sí: Cuerpo sano en mente sana. Por mucho ejercicio o deporte que practiques, si no tienes sana y equilibrada la mente; si no haces todo lo posible por no crearte conflictos emocionales, enfermarás gravemente, y al final serás el más fuerte, saludable y sano del cementerio. Enrique dixit.

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