En ocasiones en cualquier sitio te puedes encontrar una perla negra. Te agachas, la coges y la guardas celosamente para exhibirla, más tarde, para deleite de los que te rodean. Habitualmente son perlas ya contempladas hace largo tiempo, pero con un brillo nuevo que las hace parecer más lozanas. Me refiero al aforismo, que ya conocéis, “Lo importante no es la meta; lo importante es el camino. Lo importante no es el camino, lo importante es cómo hagas el camino”. Definitivamente es una perla per se.
El otro día estaba enganchado a un programa de TV de sobremesa, que vengo viendo desde hace “milenios”. Se llama “Saber y ganar” y lo presenta un incombustible Jordi Hurtado. Uno de los tres concursante de cada día –que ya llevaba varios programas sin perder- en la última prueba falló. Jordi le exhibió, sin embargo, lo sustancial del premio conseguido antes de despedirle. El concursante contestó: “No tiene importancia el resultado, lo importante es el gozo del tránsito” ¡Toma ya! Nunca creí que se pudiera mejorar un aforismo hasta tal punto. ¡El gozo del tránsito! Pero es así, y es la clave para vivir: Gozar el tránsito.
Pensando en esto se me esponja el alma y me lleno de consuelo, porque antaño siempre actuaba aspirado por el resultado de mi actuación y esto me creaba falsas expectativas. Las cosas no son como parecen y el resultado del experimento, según Heisemberg, depende del ojo del espectador. Así que es poco menos que absurdo y descabellado imaginarse un resultado, porque hay mil posibles, para escoger. Y pensando en el resultado pierdes el Gozo del tránsito.
Elucubrar no es práctico porque, oídme, nunca la solución de los problemas, ni de los conflictos, es, ni parecida, a lo que hemos pensado que sería. ¿Para qué perder el tiempo en comerse el tarro?
Si alguien me pregunta sobre cómo vivir mejor, más tranquilo, más apacible, con menos problemas, creo que, en principio, le diré la frase que me ha movido a escribir este artículo: “Lo importante no es el resultado, lo importante es el gozo del tránsito”. Y si no entiende su significado, le diré que goce de la vida porque es muy corta y llena de amor y felicidad para el que goza del tránsito.
Siempre me impresionó aquel chiste en el que un alumno pregunta a un compañero:
- Y, tú ¿Cómo te las arreglas para aprobar?
- Pues, estudiando.
- ¡Nos ha fasidiao! ¡Así cualquiera…!
Y, tú ¿Cómo vives tan feliz, con lo que tienes encima?. Pues, yo: Gozando del tránsito.
A ver si de tanto leer de una y mil maneras diferentes la esencia de esta lección acaba por calar como es debido.
ResponderEliminarUn saludo.