LAS TRECE JOYAS QUE
AUMENTARÁN VUESTRA FELICIDAD (5)
Y…13. Pero, para no
acabar en un número primo, voy a añadir dos más de mi cosecha. Así quedan en
15, que es un número ‘bonito’.
13.- Arréglate.
Ofrece siempre tu mejor aspecto, tu mejor olor, tu mejor sabor, tu
mejor melodía, tu mejor actitud.
Dúchate por la mañana.
Si lo haces por la noche, vuelve a ducharte de amanecida ¿Por qué? Es buena
norma ducharse por la noche; se ofrece el mejor olor y una cuidada limpieza a
la pareja, o a las sábanas…Pero por la noche, en el abandono del sueño, es raro
que no emitamos secreciones, baba, sudor, humedades, que proporcionan ese
característico ‘olor a cama’. Por eso es necesario volverse a duchar por la
mañana.
Perfúmate con una
colonia de baño; eso es suficiente junto con el olor a jabón y a fresco. Déjate
asesorar por un experto sobre la colonia más sutil y que mejor se adapte a tu olor
de piel. Mucha gente odia las colonias dulzonas y con olor rancio. Es perfecta
una colonia cítrica y sutil. Ofrece a tu piel una crema hidratante después del
baño o de la ducha –preferible ducha; el baño gasta mucha agua y no estamos
para despilfarros…– y sé muy estricta con el olor a pies. Si es tu caso extrema
tu higiene y date crema específica para pies. Hay dos cosas que se aguantan
bastante mal: el olor a culo y el olor a pies.
Cada vez que acudas al
cuarto de baño y utilices el inodoro, acaba tu limpieza con una visita
prolongada al bidé. Es una norma de higiene que deberían de enseñar todas las
madres/padres a sus hijos/as.
Ofrece tu mejor
aspecto. Cuida tu pelo y cepíllalo 100 veces al día si no tienes tiempo para
lavarlo. Arregla tus uñas. Las pintes o no, córtalas a una longitud moderada y
procura no tener ‘lutos’ entre uña y pulpejo.
Viste tu cuerpo como a
ti te siente bien. Porque se pongan de moda los pantalones cagaos, no quiere
decir que realcen tu figura. Ponte cosas que mejoren tus líneas. Y mantén una provocativa
discreción. Un sí es, no es, que siempre es atractivo.
Ofrece tu mejor sonrisa
a la gente. El otro día leí una frase inteligente: «No se notará en ti el paso
de los años si sonríes constantemente» Esto no quiere decir que pongas cara de
idiota…pero sonríe a la vida, y de paso, al que se cruce en ella.
Ofrece tus mejores
palabras y tu mejor educación. Ni hables chillando. Es muy femenino hablar
bajito y se te entiende igual.
Todo esto se puede
extrapolar, en lo fundamental a los hombres, excepto en algunos momentos
puntuales…Una de las pocas diferencias es el afeitado, que los hombres deben
practicar a diario, excepto si tu barba se irrita más de la cuenta. El resto es
lo mismo.
14.- Respira
correctamente. Procura llenar de aire tus pulmones frecuentemente. El
aire es lo que nos mantiene vivos y vivimos como respiramos. Hazte consciente
de vez en cuando de que respiras y, por lo menos cada media hora, llena de aire
tus pulmones haciendo una inspiración profunda cinco veces seguidas. No inhibas
tu respiración. En los momentos complicados mantén el ritmo o aceléralo.
Tu cerebro y las
células de tu cuerpo esperan que les des el alimento que necesitan. No seas
cicatero. Ofréceles aire a raudales.
15.- Ámate
verdaderamente.
Cuando
me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia estaba en el lugar
correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso
tiene nombre… autoestima.
Cuando
me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no
son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando
me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver
que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez. Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, sólo para alcanzar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando
me amé de verdad, desistí de querer tener siempre razón y, con eso, erré muchas
menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando
me amé de verdad, desistí de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro.
Ahora me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy, vivo un
día a la vez. Y eso se llama… plenitud. Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
No
debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos
nacen las estrellas.
Charles Chaplin.
solo voy a discrepar en una cosa caballero el 13 es un numero fantastico, perfecto, en todo lo demas estoy con usted un articulo sencillamente certero
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