sábado, 1 de octubre de 2011

ACUARIO

Me abordas en la calle con la pretensión de que te dé una cita, con el objeto de que te enseñe algo esotérico para crecer. Evidentemente has llegado a tu momento de espabilar y abrirte a otra realidad más acorde con nuestro propósito en este mundo.

Al parecer te han ofrecido un curso intensivo de Reiky y me preguntas, de sopetón, si debes hacerlo. En realidad puedes hacer todo aquello que te propongas hacer y que resuene en tu corazón. Luego verás, al final, si te ha servido para algo y si te ha hecho crecer aunque sea un centímetro.

Lo importante no es lo que hagas, sino el propósito ¿Para qué lo haces? La gente hace cosas, pero no saben para qué. Tienen una ligera intuición que no acerca, ni de lejos, al verdadero propósito de lo que se hace.

En esta vida hay algunas claves fundamentales y un propósito primordial. El propósito es hacer las cosas conscientemente y las claves son: Vivir el momento, y respetar el propósito de los demás y su tempo. Y para esto es para lo que hay que entrenarse con cualquier técnica que nos haga vivir el momento, no pesar y aprender a respetar a los demás, es decir, amarlos incondicionalmente. No pensar porque el pensamiento es creativo. Quieras o no, lo creas o no, tu pensamiento es creativo: Si piensas bien, vives bien; si piensas mal, vives mal. Y esto es lo que hay que aprender, a controlar el pensamiento con cualquier técnica. Con la que a ti te resuene, pero que te enseñe a no pensar, a controlar el pensamiento y a respetar ideas, actitudes y propósitos.

Si quieres, yo te digo lo que he hecho. Luego, tú decides. Para controlar mi pensamiento, lo primero que he tenido que hace es ser consciente de que la mayoría de mis pensamientos me perjudicaban, e incluso que me producían las enfermedades que padecía. Una vez conseguida la primera parte: Pienso mal y eso me perjudica, por lo tanto debo de controlar mis malos pensamientos; viene el entrenamiento. La técnica que yo he utilizado es la MT (Meditación Transcendental) que te ayuda a darte cuenta, en cada instante, de aquellos pensamientos que te perjudican y volver a sumergirte en tu tarea del momento con tus cinco sentidos para no pensar. Aunque ya he explicado la técnica, no tengo inconveniente alguno en repetirla si tú me lo pides.

Otra técnica que me ayuda a estar en lo que estoy, es El Chi Kung y el Tai Chi. Ambos son disciplinas que mueven mucha energía, que sanan multitud de padecimientos mentales y físicos, y que te hacen vivir el momento. También he dicho multitud de veces en qué consisten y he cantado sus excelencias. Tampoco tengo problema en volver a repetirlo, siempre que tú me lo pidas. Pídemelo y accederé a ello de buen grado.

Ya pasó el momento de las prédicas, de los sermones y de las reconvenciones. Entramos en otra era diferente, Acuario. Y esta va a ser la era de la individualidad; de dejar que cada cual cumpla su propósito sin trabas; de dejar que todo fluya. Ahí estamos. Pedid y se os dará.

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