viernes, 22 de enero de 2010

LA JUSTICIA ES UNA OPINIÓN (2 DE 2)

Al escribir la primera parte de esta historia, cité “la injusta jubilación” como motivo para una explicación futura. La justicia no es un criterio, es una deyección nauseabunda en los momentos en los que nos ha tocado vivir, currar, sentir y pensar.

Mi amigo, al que aludí en la primera parte con su absoluto consentimiento, trabajaba a satisfacción y de una manera impecable, en una empresa de la provincia, en la que vive desde hace 35 años –justo los años que desempeñaba su cometido intachablemente-. Por ley, en su profesión está autorizado a prolongar su trabajo, llegado el tiempo de su jubilación, cinco años más, mediante una simple petición de permanencia . Desempeña su puesto correctamente, saca su trabajo adelante con su entera dedicación, se encuentra joven, lleno de energía y con una experiencia nutrida, año a año, con nuevos conocimientos. Evalúa la situación y decide continuar trabajando. Escribe una petición de continuidad en el servicio dirigida a la administración y continúa a lo suyo relajado y tranquilo. Le someten a un chequeo médico para despistar posibles anomalías, y a una evaluación psicológica. Pasa los exámenes con una puntuación suficiente y con unos informes favorables. Al mes escaso de la presentación de su solicitud, recibe en su despacho una carta con el membrete de la administración. La aprobación de mi solicitud –piensa-, y se apresta a abrirla para confirmar su sospecha. Lee: “Su solicitud de permanencia en su puesto de trabajo, ha sido desestimada por no cumplir la normativa vigente, en cuanto al plazo de presentación de los documentos, que se ha realizado seis días después de la fecha estimada para su presentación”.

Después de un mareo repentino y breve, ocasionado por una ola de sangre hirviendo que se le sube a la cabeza, empieza a mover cables. Todo se confabula para demostrarle que la norma es la norma y que, a pesar de sus desvelos de más de treinta años en su puesto de trabajo, cumpliendo fielmente con su cometido, sin una tacha, la administración le da la patada de Charlot y le manda a defecar a la vía, por un simple formulismo normativo de los que se salta a la torera a diario miles de veces por segundo. Naturalmente acude a un letrado especialista en administrativo que, una vez visto el expediente, decide hacer una reclamación a la justicia para que enmiende una decisión injusta.

Celebrado el juicio y oídas las alegaciones de ambas partes, el juez, después de 15 días de considerandos, dicta sentencia condenatoria a mi querido amigo, porque: “Si bien cree en su inocencia, y en el exclusivo deseo, fuera de dolo, de continuar en su puesto de trabajo, no tiene apoyatura jurídica para dictar sentencia a su favor” Sin embargo, le recomienda a él y a su letrado que recurran la sentencia. O sea, quiere decirse que el juez, para dictar sentencia en una causa justa, requiere que otros jueces hayan dictado sentencia al respecto, en otras causas justas similares, antes que él. ¿Pero que me estás contando? Entonces ¿Para qué sirve las figura de Su Señoría? En este caso daba igual una computadora.

No recurrió porque no tenía dinero para las costas, naturalmente. Y se quedó sin su puesto de trabajo y con la mitad del sueldo.

Curiosamente se trata del mismo Juez que decidió el cachondeo del prestigio y del tiempo libre en la sentencia de su caso del artículo que antecede.

¿Qué? ¿Qué es un caso aislado y no se puede generalizar? ¡Ya te digo! Me paso yo por el forro la opinión de tanto “progre” que, en aras de no sé qué idea de Estado raro de unas Autonomías viciadas de origen, o de la libertad y el criterio sesgado a ultranza, ve como posible, normal y conveniente, que los jueces ocupen sus cargos a dedo y se plieguen a los deseos del que los ha puesto. En mi época –hablo de los tiempos de la “Oprobiosa”- las cosas se hacían de otra manera, y los jueces dictaban sentencias justas, porque se habían dejado el culo, los codos y los ojos estudiando y trabajando en una mesa de camilla con un brasero como sistema de calefacción en los fríos días de invierno, para capacitarse y nutrir sus conocimientos. A los jueces se les enseñaba a impartir la justicia de una manera lógica y ecuánime; a obrar en razón y tratar a alguien según su mérito, en ocasión de competencia o disputa. Ahora no; ahora los jueces son de la misma categoría, condición y sapiencia que los políticos. ¡Así nos va y nos luce el cuero cabelludo! Sin embargo, siempre que llueve, luego escampa. ¡Digo yo!

jueves, 21 de enero de 2010

LA JUSTICIA ES UNA OPINIÓN (1 de 2)

Siempre he creído en las matemáticas. Las matemáticas son poco fáciles de comprender y de asimilar. Como toda disciplina, requiere de un buen maestro que te abra la puerta de las claves para su enseñanza. Después, todo se simplifica, y, una vez completo el puzle, tomando cierta distancia, se ve la imagen completa y, esta vez, sí, comprensible. Las matemáticas me consuelan; no puede haber nadie que las retuerza, son tenaces en su estructura y no se dejan malear por nadie, ni por nada. Me encuentro a gusto cuando pienso en esta disciplina. Es así, y se acabó. Dos y dos son cuatro por mucho que, en aras de una intoxicación intelectual torticera, se empeñe algún “iluminado” en decir que es discutido y discutible. Ahí estamos: Siempre, dos más dos, van a ser cuatro ¡Qué bien! Duermo a la pata la llana. Siempre me ha gustado la frase: “Las matemáticas no son una opinión” En efecto, no lo son. Insisto en mi complacencia al respecto. Las matemáticas nunca te pueden mentir, ni equivocar. Y cuando realizas una operación matemática, siempre estás seguro de que, el que la lea, va a estar de acuerdo contigo, a no ser que te hayas equivocado en el cálculo. Entonces, una vez aclarado el error, todo el mundo estará dispuesto a rectificar y nadie mantendrá el yerro.

La justicia es una opinión y depende del criterio del que la imparte. En la justicia difícilmente dos más dos son cuatro, como en matemáticas puras. Aquí sí que pueden existir opiniones y transformarla en discutida y discutible. Al hilo de este comentario, me viene a la memoria el caso de un jubilado que, en plena actividad de su profesión, debía pasar a su ex esposa una pensión de mantenimiento de un par de miles de euros mensuales, aderezados con un par de cientos encima. El individuo en cuestión no es millonario, ni tiene patrimonio personal, ni familiar. Solo se mantiene con el ejercicio de su profesión, público y privado. Después de su jubilación en la pública –como ya he dicho- y disminuido su peculio en la mitad, pide una revisión de medidas a la justicia, y, ésta, después de haber hecho las operaciones, y de haber comprobado que las pruebas matemáticas que se aportan son correctas, dicta sentencia de desestimación del recurso de modificación de medidas, en el que se pedía que la pensión se redujese en la medida que habían disminuido los haberes percibidos, alegando que: "Si bien ha disminuido su caudal dinerario en la mitad, el litigante es un profesional de prestigio, muy conocido en su ciudad, y que con la jubilación tiene todas las mañanas para ejercer su profesión privada, con lo que aumentará, lógicamente, su aporte de recursos económicos".

¡Tócate los dídimos! Es decir: Dos y dos, no son cuatro. Porque, si bien a dos se le aumentan otros dos, al ser cifras afines, puede, en cualquier momento, añadirse otras cantidades al total. En todo caso pudiera ser, tal vez, que el resultado fuera distinto. ¡Y si mi gata tuviera o tuviese un circuito impreso, un procesador y una pantalla, sería un computador en vez de una gata!. Este juez habrá estudiado leyes y se habrá sometido a una dura oposición para la judicatura, pero, a mi criterio, no ejerce su profesión de una manera impecable, ya que, para él, las pruebas no significan nada porque hay factores inciertos, pero posibles, alrededor, que pueden hacer variar el panorama. ¡Esto, ni es justicia, ni es nada! Es una deposición maloliente, que me hace echar la pota.

Y esta situación se está manteniendo desde hace cinco años, con sentencias reiteradas en contra de los hechos evidentes. Mi amigo, por su situación financiera, se ve a abocado, incluso después de su “injusta jubilación” –que ese otro artículo de lujo que publicaré- a no poder tener ni siquiera una semana ¿Qué digo una semana?, ni un día de vacaciones, porque su ejercicio privado se nutre de compañías de seguro, que mantienen con él un contrato de prestación de servicios, del que se desprende que si no trabajas, no cobras. Y así hasta que algún juez –si hay alguno que ejerza su profesión al margen de sus opiniones y criterios personales- se decida a bajar el aporte dinerario cuantioso e injusto, que transfiere a su ex esposa todos los meses del año, sin faltar uno solo. La justicia es una mala opinión.



martes, 19 de enero de 2010

IGUALDAD (Macho y hembra los creó) (Parte 4 de 4)

Consecuencias laborales


Los puestos de trabajo, que antes ocupaban exclusivamente los hombres, ahora están repartidos, en ambos sexos, con iguales oportunidades. Y éste, sí o sí, es el motivo del paro desde hace décadas. Ahora -ni qué decir tiene-, mucho más. Una de las soluciones de la crisis, podía pasar porque el puesto de trabajo de las mujeres casadas, lo ocuparan los maridos en paro.

Consecuencias materiales

Los matrimonios viven mejor con dos sueldos. Qué duda cabe. Pero las cosas materiales: Segunda casa, segundo coche, veraneos, viajes…crean, como poco, un estado de ansiedad por lo que todavía no se tiene, y un temor subconsciente de perder lo que se ha conseguido a costa de tanto trabajo. La consecuencia es una carencia de felicidad interna, para enfocarse fuera, en los aspectos materiales, dejando aparatado el aspecto interior, espiritual, de trato, de relación, de amor a la familia y de dedicación a ella.

Consecuencias educacionales

Ya he apuntado, de soslayo, un aspecto importante que es la educación que los padres deben a los hijos. Pero, como ya he señalado, el complejo de culpa y de abandono que subyace en la actitud paterna, les impulsa a compensar con autorizaciones no oportunas: Falta de limpieza personal y de su entorno; impuntualidad en las horas de llegada a casa, con la vista gorda de los padres, que ya han transigido en el horario, forzados por los requerimientos tozudos de los niños que se sienten agraviados por sus amigos, a quienes dejan llegar a casa a horas intempestivas; faltas de educación en la mesa y en el trato con los padres y con los mayores; contestaciones, fuera de tono con la complacencia paterna; defensas injustas de los hijos frente a sus profesores, que se sienten inermes y sin ninguna defensa.

Son tremendas las consecuencias sociales y familiares, por tanto, que traen como secuelas el cambio de roles entre hombre y mujer que, constantemente, están interfiriendo en las obligaciones, cometidos y lógicas fisiológicas de ambos sexos.

Aparte de todas estos resultados, ocasionan estas situaciones, una revulsión psicológica que, sobre todo en el varón, hace que no sepa a qué atenerse, qué pensar, ni cómo actuar con respecto a su pareja y al medio.

¿Por qué? No por una liberación de la mujer, -que yo me cuestiono, aparte de la dignidad y el respeto que se las debe, si ellas, en su fondo, quieren esta vida de ajetreo, trabajo mal pagado, abandono de los hijos-, sino por requerimiento de los partidos políticos que impulsaron los movimientos sufragistas en todo el orbe, para justificar la concesión del voto para las mujeres. Después, los despropósitos de la imposible igualdad entre ambos sexos, que por mucho que creen ministerios para justificar una postura feminista, no se lo cree nadie excepto los que se lucran con estas estupideces.

En este punto me debo de declarar como feminista convencido: Me parió una mujer, recogió mi cuerpo al salir del útero materno una mujer, me criaron mujeres, me casé con una mujer, mis amigas son mujeres, y siempre he tenido mujeres a mí alrededor. Rindo culto a la mujer: Es más inteligente, más perceptiva, más clarividente, más intuitiva, más amorosa…y, además tiene la capacidad de gestara un ser en su seno. ¡Adoro a la mujer! Aclaradas mis intenciones…

Ambos sexos, hombre y mujer (no por machismo, sino por orden de prelación) nunca pueden ser iguales; nunca podrán ser iguales y nunca han sido iguales. Solamente daré la razón a todo el imbécil que lo promulgue con cara de cínic@ (es por lo único que me gusta esta gilipollada de la igualdad entre sexos, por la arrobita que las define), cuando yo pueda concebir en mi vientre un feto o cuando una maravillosa hembra, pueda depositar sus espermatozoides en el útero de otra mujer. En fin, nada, humo, aire, ganas de tocar los testes.



IGUALDAD (Macho y hembra los creó) (Parte 3 de 4)

Factores sexuales terciarios


Hacen referencia al desarrollo fenotípico masculino o femenino.

fenotipo

En un organismo, manifestación externa de un conjunto de caracteres hereditarios que dependen, tanto de los genes, como del ambiente: en Suecia, el fenotipo de color de pelo más común es el rubio.

El concepto de caracteres sexuales —primarios y secundarios— fue acuñado a mediados del siglo XIX para distinguir elementos imprescindibles, o no, de cada uno de los sexos, así como el orden de sus prioridades. Los caracteres sexuales terciarios, introducidos por Havelock Ellis en los últimos años del mismo siglo, completó el conjunto de rasgos propios de cada sexo. Las lecturas, generalmente sesgadas por el filtro biológico o social, de unos u otros de estos caracteres, dejando de lado el criterio biográfico, han solido crear más polémica que claridad en torno a estas fórmulas. Los caracteres sexuales terciarios, por ejemplo, suelen hoy denominarse roles sexuales.

En ocasiones roles de género, siguiendo la campaña emprendida por el movimiento del sexist language contra el referente de los sexos. De esa forma se pierde la referencia a la raíz sex de todos ellos y, por lo tanto, al hecho de los sexos, desde el que sirven de descriptores epistemológicos de máxima utilidad para explicar y comprender la condición sexuada de los sujetos.

epistemología


f. Parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico: debemos definir bien la epistemología con que trabajaremos.


filogénesis


f. BIOL. Origen y desarrollo evolutivo de las especies y, en general, de las genealogías de seres vivos: filogenia de las aves.

Filogenéticamente, hombre y mujer han cumplido con los roles que su naturaleza, sus rasgos y sus hormonas, les permitían. El hombre, más fuerte y agresivo, adoptó el papel de semental, para transmitir la fuerza y valor en sus genes. El de cazador, para proporcionar alimentos a su hembra y a su progenie. Y el de defensor de su casa y de su territorio. La hembra, más débil físicamente; más suave y amorosa mentalmente, y mejor manipuladora de alimentos, se hizo cargo del rol de ama de casa y madre amante de sus hijos. Mientras el macho salía para cazar, explorar o defender, la hembra permanecía con las crías en el recinto familiar.

Esto ha sido así en el devenir de los tiempos. La mujer ha asumido su papel y el hombre ha apencado con el suyo. Prescindiendo de la conveniencia de uno u otro, el caso es que la adopción, por parte de hombre y mujer, de los ya mencionados papeles, es palmaria desde el inicio de los tiempos. Así como la primigenia propensión del hombre a la bigamia, por la razón de: Mil mujeres, un guerrero: mil hijos. Una mujer, mil guerreros: un hijo. Esto es así, quieran los políticos o no. Esto es así de una manera incontrovertible, y nadie, medianamente culto o formado, y en su sano juicio, debía dudarlo.

La revolución industrial, sin embargo, trajo un cambio de roles en ambos sexos. Antes, los puestos de trabajo se los repartían los hombres, y ellos eran los responsables de la financiación de la familia. La casada, en casa restaba, sumando posibilidades para su marido y para sus hijos. Ella, según el principio ancestral, entendía claramente que al hijo había que llevarlo pegado a la piel, mientras no estuviera dormido, durante tres meses. Que el trimestre siguiente debía de permanecer a la vista de su hijo, aunque lo dejara en la trona, en el capacho, en la cuna o en una silla. Y que el tercer trimestre de la vida del infante, debía de moverse por la casa y dejar al niño en una determinada estancia, desde donde pudiera oírla. Y que ella debía de transmitirse oralmente con él, de poco en poco. “Hola, Juanito. Mamá está aquí y ahora va a verte. Hola, niño…”

Quizá la pretensión de la mujer, al ingresar en el mundo laboral, fue la de apoyar en la economía doméstica y, de paso, ser independiente, rompiendo los lazos –a veces incómodos- que la encadenaban al hombre de la casa, no siempre cariñoso y rendido amante. Pero la pretensión no tuvo buenas consecuencias psicológicas, ni laborales, ni materiales, ni educacionales.

Consecuencias psicológicas para ambos sexos

El ser humano huye de los cambios; no quiere ni oír hablar de cambio en ningún sentido. Ni siquiera para bien. Incluso los animales, cuando se les cambia de casa o de ambiente, necesitan un periodo de adaptación. Frecuentemente se esconden hasta identificar los ruidos del nuevo ambiente y adaptarse a ellos.

Al desgajarse de su casa y “abandonar” a sus hijos en manos de familiares –o peor-, a cargo de una persona desconocida, la mujer sufre un cambio psicológico, del que difícilmente podrá recuperarse, y que la ocasionará trastornos físicos: desarreglos menstruales, cefaleas, insomnio, faringitis, enfermedades dermatológicas, descenso de la libido y bajada de defensas en general. Que, junto a la intromisión en su parcela que sufre el varón, repercutirán en la relación de la pareja y en el trato con los hijos. El padre pierde poder en aras a un buen entendimiento con la mujer. Los hijos pasan solos mucho más tiempo del conveniente, con acceso a entretenimientos no adecuados y a páginas inoportunas en internet. Y, para más abundamiento, el complejo de abandono de los hijos que sienten los padres, les impulsan a consentirles cosas negativas, para compensar su falta de celo.

(continuará)

lunes, 18 de enero de 2010

IGUALDAD (Macho y hembra los creó) (Parte 2 de 4)

Etapas del desarrollo de los caracteres secundarios en el varón


De los 9 a los 15 años:

Comienza el crecimiento de los testículos. Empieza a salir vello en la base del pene. Los músculos empiezan a crecer y también se experimenta un crecimiento en altura. El pezón adquiere un tono más oscuro y aumenta ligeramente su tamaño.

De los 11 a los 16 años:

Continúa el crecimiento de los testículos. Comienza el crecimiento del pene. Aumenta la cantidad y el grosor del vello púbico. Continúa el crecimiento en estatura y corpulencia. La voz se vuelve más grave. Empieza a salir vello facial (barba y bigote) y vello en las axilas.

De los 12 a los 17 años:

Continúa el crecimiento de los testículos. Aumenta el grosor del pene. Aumenta el vello facial (barba y bigote) y vello en las axilas. Aparecen las primeras eyaculaciones (poluciones nocturnas). Aumentan los depósitos de grasa en la piel, pudiendo producir la aparición de acné. Barba.

Caracteres secundarios en la mujer

Desarrollo de las mamas. Estatura menor que el hombre (en promedio). Mayor ancho en las caderas que en los hombros. Menos vello facial y corporal (tanto en cantidad como en dureza). Glándulas mamarias funcionales. Más grasa subcutánea. Depósitos de grasa principalmente en los glúteos y en los muslos (forma de pera). Piel más suave. Voz más aguda.

Etapas del desarrollo de los caracteres secundarios en la mujer

De los 8 a los 11 años:

Comienza la producción de hormonas sexuales en el ovario (principalmente estrógenos). Los genitales internos empiezan a crecer.

De los 9 a los 15 años:

Crecimiento de los pezones y las mamas. Aparece el vello púbico. Crecimiento en estatura. Aumenta la grasa corporal y cambia su distribución acumulándose principalmente en los glúteos y en los muslos. Aparece la menarquia (primera menstruación). Aumentan los depósitos de grasa en la piel, pudiendo producir la aparición de acné. Los genitales externos e internos aumentan su tamaño.

De los 10 a los 16 años:

Las mamas y los pezones continúan creciendo. Continúa el crecimiento del vello púbico en forma de triángulo. Comienza a aparecer vello en las axilas. Se empieza a estabilizar la menstruación. Siguen desarrollándose genitales internos. Los ovarios liberan óvulos suficientemente maduros para ser fecundados. Empieza a ir más lento el crecimiento corporal.

Factores determinantes en la aparición de los caracteres sexuales secundarios

Todos estos cambios físicos tienen un modo de aparición diferente en cada persona, en cuanto al momento de aparición e intensidad del desarrollo de las etapas mencionadas.

Algunos de los factores determinantes que influyen en la aparición y desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, son:

Factores genéticos. Factores alimentarios y dietéticos. Entorno socioeconómico. Estado de salud individual. Actividad física. Ubicación geográfica

Caracteres sexuales secundarios

Las características sexuales secundarias son aquellas que distinguen entre los dos sexos de una especie, pero no forman parte propiamente del sistema reproductor.

Algunos argumentan que han evolucionado para dar ventaja al más fuerte de un grupo para el apareamiento. Y lo hacen de dos maneras: Para vencer a los rivales, y para atraer a las hembras del grupo. Un ejemplo de la primera son los cuernos del venado; el macho con la mejor cornamenta vencerá a sus rivales, y así obtendrá acceso a las hembras del grupo. Un ejemplo del último es la cola del pavo real; el macho con la cola más impresionante atraerá a más hembras que un macho menos impresionante.

(continuará)

domingo, 17 de enero de 2010

IGUALDAD (Macho y hembra los creó) (Parte 1 de 4)

GENESIS. MACHO Y HEMBRA LOS CREÓ.

26 "Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra.

27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.

28 Y los bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.»…

18 Dijo luego Yahvé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» 19 Y Yahvé Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. 20 El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada. 21 Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, que se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. 22 De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.23 Entonces éste exclamó:


«Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»"

Rasgos que distinguen fenotípicamente al hombre y a la mujer.

fenotipo

  En un organismo, manifestación externa de un conjunto de caracteres hereditarios que dependen, tanto de los genes como del ambiente: en Suecia, el fenotipo de color de pelo más común es el rubio.

Los caracteres sexuales primarios incluyen los testículos y el aparato genital masculino en el varón, y los ovarios y el aparato genital femenino en la mujer.

Los caracteres sexuales secundarios incluyen el desarrollo del vello y la voz en el hombre. En la mujer, el desarrollo del vello y de las mamas, así como el tono de voz.

Los caracteres sexuales terciarios hacen referencia al desarrollo fenotípico masculino o femenino.

Caracteres sexuales primarios

Se determinan desde el momento de la concepción o fecundación, cuando se unen los cromosomas del espermatozoide y del óvulo. Por medio de esta unión, el embrión adquiere los cromosomas que determinan el sexo del feto (XX= femenino; XY= masculino). El cromosoma 'Y' determina el sexo masculino en humanos. Durante las primeras seis semanas de gestación, el sexo del feto no se distingue.

Desde que nacemos hasta más o menos los 10 u 11 años de edad, el cuerpo de varones y hembras funcionan igual. La única diferencia visible son los caracteres sexuales primarios. Todos los sistemas y órganos de cuerpo desarrollan las mismas funciones hasta la pubertad, etapa en la que se presentarán los caracteres sexuales secundarios.

Caracteres sexuales secundarios

Definición
Las características sexuales secundarias o caracteres secundarios, son aquellas cambios anatómicos y fisiológicos que se producen, dotando de las características propias (aparte de la anatomía genital) que diferencian la anatomía y fisiología de hombres y mujeres.

Estos cambios físicos se desarrollan en la pubertad, por la acción de las hormonas sexuales (testosterona, estrógenos y progesterona), que provocan la aparición de estos caracteres sexuales secundarios.

Caracteres secundarios en el varón:
Un aumento del vello en cantidad y en dureza en distintas partes del cuerpo: Vello facial (barba), en el tórax y abdomen, en la espalda, en las extremidades (brazos y piernas).
Pies y manos más grandes que en las mujeres. Tórax y hombros más anchos. Aparato esquelético (huesos) y cráneo más pesados. Mayor masa muscular y fuerza física. Voz más grave. Depósitos de grasa principalmente alrededor del abdomen y cintura (forma de manzana). Piel más áspera.

(continuará)

¡FACHA! (Parte 4, y última)

APÉNDICE:


Para mejor comprensión de los regímenes políticos, de los que se habla en el trabajo, añado las definiciones de algunos de éstos.

COMUNISMO

El comunismo (de, común) es una ideología política cuyo principal objetivo es el establecimiento de una sociedad sin clases sociales, basada en la propiedad social de los medios de producción y la abolición de la propiedad privada de los mismos. Busca llevar a la clase trabajadora al poder, logrando así la abolición del estado al asumir la clase trabajadora todas sus funciones. A esta sociedad sin clases, que se tiene como ideal y fin último a partir de un proceso denominado socialismo, se la llama comunismo.

El comunismo, por motivos históricos, se ha confundido exclusivamente con el marxismo-leninismo. Sin embargo, existen doctrinas teóricas no marxistas también denominadas comunistas.

ANARQUISMO

En su libro ¿Qué es la propiedad?, Pierre-Joseph Proudhon, con argumentos históricos, jurídicos, y económicos, procura demostrar que la propiedad sobre ciertos bienes en el orden político presente, es un acto de robo. Proudhon identifica la propiedad como un derecho inalienable de todo individuo que justamente el orden económico político no respeta en pos de beneficiar a unos pocos. Proudhon critica el concepto de la renta como la idea de exigir algo a cambio de nada. Identifica por vez primera a una parte de la población (los obreros) como los productores de riqueza, y a otra como los usurpadores de esa riqueza (la burguesía). Concluye que esta apropiación de propiedad sólo puede ser posible a través de una imposición jurídica por parte del Estado. Por lo tanto, según Proudhon, los ciudadanos nunca estarán libres de la expoliación hasta que desaparezca el Estado. Esta obra fue la iniciadora de gran parte del pensamiento comunista y anarquista del siglo XIX.

El anarcocomunismo es la vertiente anarquista explícitamente comunista y está representada principalmente por Pedro Kropotkin, Errico Malatesta y en eventos como la revolución española de 1936.

MARXISMO

Karl Marx funda la Liga de los Comunistas (también conocida como Liga de los Justos) en 1847 en Bruselas, después de dos años de estancia en la capital belga. La Liga encarga a Karl Marx y a Federico Engels una proclama del movimiento comunista. En 1848 publican el Manifiesto Comunista (Manifest der Kommunistischen Partei).

Para Marx y Engels, las clases sociales junto con el Estado desaparecerían tras una fase de dictadura del proletariado, y los bienes, fruto de la producción colectiva, serían repartidos según las necesidades de cada persona. De ello se deriva el lema de: Cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades.

El Manifiesto Comunista es considerado uno de los tratados políticos más influyentes de la historia.

MARXISMO-LENINISMO

El marxismo-leninismo engloba en realidad a varios desarrollos del marxismo posteriores al propio Marx. En esencia todos estos enfoques sugieren la necesidad de una elite intelectual o un partido centralizado que acelere o dirija propiamente el fin del sistema capitalista, que otras ramas del marxismo veían como un proceso auto-organizado que se daría por sí mismo sin la necesidad de dirigirlo. Por tanto, como política, el marxismo-leninismo aboga por el dirigismo centralista de los procesos revolucionarios anti-capitalistas.

TROTSKISMO

Por otra parte, el trotskismo es una forma de comunismo que propone otras estrategias diferentes a las del marxismo-leninismo en el objetivo de cambiar el orden económico mundial. Entre estas estrategias está el entrismo, la extensión internacionalista a todos los países, sugiriendo que una revolución anti-capitalista sólo puede triunfar si alcanza extensión global.

TRUST

El término trust (voz inglesa: «confianza») se refiere, dentro del ámbito económico, a una concentración de empresas bajo una misma dirección. El control legal de las sociedades constituyentes se confería a la junta de administradores, cambiándose las acciones de las compañías por los certificados del trust. Es la unión de empresas distintas bajo una misma dirección central con la finalidad de ejercer un control de las ventas y la comercialización de los productos. Suele darse como desvirtuación de los holding.

El trust tiende a controlar un sector económico y ejercer en lo posible el poder del monopolio; podía ser horizontal, cuando las empresas producían los mismos bienes o prestaban los mismos servicios, o vertical, cuando las empresas del grupo efectuaban actividades complementarias.

El paso previo a la aparición del trust es la colaboración entre varias empresas que se unen con el fin de obtener determinados beneficios económicos mediante esa colaboración. Esta cooperación entre las empresas firmantes no tiene un efecto vinculante, por lo que confería cierta inestabilidad. Para dar mayor fuerza a esos acuerdos no vinculantes se crea el trust.

La primera combinación que adoptó esta forma fue la Standard Oil Trust, fundada en 1882. En 1890 el Acta Sherman declaró ilegales a los trusts en los Estados Unidos.

CONSERVADURISMO

En el contexto político, se denomina conservadurismo o conservatismo a aquellas opiniones y posicionamientos, generalmente de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones y que son adversos a los cambios bruscos o radicales. En lo social, los conservadores defienden valores familiares y religiosos. Generalmente el conservadurismo se asocia al nacionalismo y el patriotismo. En lo económico, los conservadores históricamente se posicionaron como proteccionistas —en oposición al librecambismo económico—. Actualmente esta asociación es menos clara, ya que durante siglo XX algunos de los partidos conservadores adoptaron posiciones liberales al fusionarse con partidos de esta tendencia, aliados en la defensa del sistema socio-económico capitalista. Consecuentemente, en la actualidad, en el conservadurismo político, coexisten diversas posturas sobre lo económico.

Así, dado que en general mientras algunos buscan mantener las condiciones presentes otros buscan volver a situaciones anteriores, existe una cierta confusión —incluso dentro de una misma cultura política— acerca de quiénes serían, en un momento dado, “conservadores"». Martin Blinkhorn, por ejemplo, pregunta: “¿Quiénes son los conservadores en la Rusia de estos días? ¿Son los estalinistas irredentos o los reformadores que han aceptado las visiones políticas de derecha de los conservadores modernos, tal como Margaret Thatcher?».

Ideales

Desconfianza de la capacidad del pueblo para gobernarse.

En lo social: Preferencia por concepciones organicistas o naturalistas de la sociedad y los individuos, en las cuales la ley natural y el derecho natural juegan un papel central.

Concepción del ser humano como siendo fundamentalmente parte de una comunidad moral.

Preferencia a evitar los cambios abruptos y desordenados.

Valorización de la religión tanto como fuente de cohesión social como sirviendo una necesidad humana profunda.

Preferencia por el «orden» establecido, tanto social como jurídico, lo que se expresa en el Orden público.

Preferencia por las tradiciones como base estable de gobernabilidad.

Preferencia por el Nacionalismo

Desconfianza por teorías «metafísicas» de la sociedad.

En lo económico: Preferencia por la propiedad privada y la prudencia fiscal. Sin embargo, el conservadurismo no es, en general, adverso por principio al intervencionismo. Generalmente para promover o defender la industria «nacional» o el desarrollo de actividades que se ven como esenciales para el bien o interés nacional.

LIBERALISMO

El liberalismo es un sistema filosófico, económico y político, que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas; se opone a cualquier forma de despotismo, suscitando a los principios republicanos, siendo la corriente en la que se fundamentan la democracia representativa y la división de poderes.

Aboga principalmente por:

El desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad.

El establecimiento de un Estado de Derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley, sin privilegios ni distinciones, en acatamiento con un mismo marco mínimo de leyes.

Sus características principales son:

El individualismo, que considera al individuo primordial, como persona única y en ejercicio de su plena libertad, por encima de todo aspecto colectivo.

La libertad como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos: libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único límite consiste en la libertad de los demás, y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno en la vida de los individuos.

El principio de igualdad entre las personas, entendida en lo que se refiere a diversos campos jurídico y político. Es decir, para el liberalismo, todos los ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado.

El derecho a la propiedad privada como fuente de desarrollo e iniciativa individual, y como derecho inalterable que debe ser salvaguardado y protegido por la ley.



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