viernes, 20 de abril de 2012

PACIENCIA

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Arcanos Menores. Palo de Arco Iris. 7 de Arco Iris.



Hay épocas en las que lo único que se puede hacer es esperar. Se ha plantado la semilla, el bebé está creciendo dentro del vientre, la ostra cubre el grano de arena y lo convirtiendo en una perla.

♦ Esta carta nos recuerda que este es un momento en el que todo lo que se requiere es estar simplemente alerta, paciente, esperando. La mujer representada en ella está precisamente en esta actitud. Está esperando, simplemente, satisfecha, sin ningún vestigio de ansiedad. Permanece paciente a través de todas las fases de la luna, que aparecen pasando por encima de su cabeza, tan en armonía con los ritmos lunares que casi se ha convertido en una con ellos.
Sabe que es una época para permanecer pasiva, para dejar que la naturaleza siga su curso. Sin embargo no está adormecida ni indiferente; sabe que es la época de estar preparada para algo transcendente. Es un tiempo lleno de misterios, como las horas que preceden al amanecer. Es una época en la que lo único que se puede hacer es esperar.

(Taror Osho Zen)

Hemos olvidado cómo esperar; es casi un asunto abandonado. Y nuestro mayor tesoro es ser capaces de esperar el momento oportuno. Toda la existencia espera el momento apropiado. Hasta los árboles  saben cuándo ha llegado el momento de florecer y cuándo ha llegado la época de dejar caer todas las hojas y permanecer desnudos frente al mundo. Ellos todavía son hermosos en su desnudez, esperan su nuevo follaje con una gran confianza en que lo viejo se ha ido pero lo nuevo vendrá pronto y las nuevas hojas empezarán a brotar. Hemos olvidado cómo esperar; lo queremos todo deprisa. Es una gran pérdida para la humanidad…
En el silencio y la espera, algo en tu interior continúa creciendo: Tu ser auténtico. Y un día esto salta y se convierte en una llama y toda tu personalidad se hace pedazos: eres un hombre nuevo. Y este hombre nuevo sabe lo que es la ceremonia, este hombre nuevo conoce  la savia eterna de la vida.

(Osho, Zen: The Diamond Thunderbolt, cap. 10)

LU4E

jueves, 19 de abril de 2012

SALSA BOLOÑESA (Receta italiana)



Quando sei qui con me
questa stanza non ha più pareti
ma alberi,
alberi infiniti
quando sei qui vicino a me
questo soffitto viola
no, non esiste più.
Io vedo il cielo sopra noi
che restiamo qui
abbandonati
come se non ci fosse più
niente, più niente al mondo.
Suona un'armonica
mi sembra un organo
che vibra per te e per me
su nell'immensità del cielo.
Per te, per me:
nel cielo.

Cuando estás conmigo
esta habitación no tiene paredes,
sino árboles, árboles infinitos.
Cuando estás cerca de mí,
el techo no existe.
Veo el cielo sobre nosotros que
estamos aquí, abandonados.
Como si no existiera nada más
en el mundo.
Suena una armónica.
Me parece un órgano que
vibra para tí y para mí
bajo la inmensidad del cielo.
Para tí para mí, en el cielo.




Buscando en la red he dado con esta receta, auténticamente italiana, para elaborar la salsa boloñesa y acompañar platos de pasta. Como hoy tenía la intención de hacer espagueti, me he puesto manos a la obra. Suelo tener en casa prácticamente todo lo que se necesita para estos menesteres, pero me ha fallado el apio. Y como la regla fundamental en cocina es: Apáñate con lo que tienes, lo he omitido de la receta. Pero prometo que la próxima vez lo tendré disponible en la verdulera.

SALSA BOLOÑESA (Auténtica receta italiana)

Ingredientes: 1 cebolla, 2 zanahorias, una penca de apio, ½ Kg de carne picada mezcla de ternera y cerdo, 120 gr de panceta, 1 cucharada pequeña de nuez moscada molida, 500 gr de tomate frito, 200 ml de leche entera, 1 vaso de oporto rubí, aceite de oliva virgen.
Elaboración: En una cazuela con aceite de oliva, pochar las verduras cortadas en fina brunoise. Salteamos y sazonamos hasta que se pochen. Añadimos la panceta  picada y la salteamos  2 minutos. Añadimos la carne picada, salamos y salteamos hasta que se blanquee. Añadimos el Oporto y dejamos que se evapore el alcohol, durante 7 minutos aproximadamente. Cuando el vapor ya no huela ácido, añadimos la leche y la nuez moscada. Esperamos  6 minutos hasta que se evapore un poco la leche y añadimos el tomate frito. Mezclamos todo y dejamos cocer a fuego muy lento hora y media removiendo de vez en cuando. La última media hora destapamos la cazuela para que espese. (Total de tiempo de elaboración, 2 horas. Pero merece la pena. Queda para chuparte los dedos)

LU4E


miércoles, 18 de abril de 2012

PROVERBIO




«No te retrases demasiado porque quizá no podrías alcanzarme. No te adelantes mucho porque a lo mejor no podría llegar a tu lado. Vete a mi paso y aprenderemos los dos de las enseñanzas del camino». LVU4E.

martes, 17 de abril de 2012

EL SUEÑO TRANQUILO





Duerme tranquilo, mi amado espíritu viajero, yo velaré tu sueño. Ten la paz, la calma y el sosiego que yo te deseo, y deja que la vida fluya. No te culpabilices por nada, que de nada eres culpable. Dios te ha regalado para el día de hoy, juventud, belleza, inteligencia y poder de decisión y tú ejerces todo eso con gallardía.
Los avatares que se te cruzan en el camino son enciclopedias vivas que te enseñan su ciencia siempre que tú la quieras aprender; siempre que tú no la desprecies. Y lo que vale es tu reacción ante las cosas. Hay veces, no obstante, que te tienes que sentir empujado a actuar porque no tienes los arrestos suficientes para acabar con una situación, que en el fondo te complace. No era bueno para ti seguir soportando la rémora que suponía un martilleo constante de cosas mil veces sabidas, discutidas, desatadas y atadas nuevamente.

Admiro a la gente que tiene capacidad de tomar decisiones y ejerce su derecho. Y a veces hay humanos que se sienten perjudicados, pero incluso eso es positivo porque algunas personas han venido a este mundo a vivir ciertas situaciones que parecen indeseables pero que encierran una enseñanza, como todo en la vida. En esta época todavía se pueden aprender cosas referentes a la fidelidad, a la pareja y a la familia. Pero los conceptos están cambiando a pasos agigantados. Llegará un día en el que cada mujer y cada hombre ejerzan su derecho a la individualidad, hagan su vida en solitario y se unan esporádicamente con una pareja, para hacer lo que tengan que hacer, y luego vivan nuevamente solos e independientes de ataduras y obligaciones paternales por un tiempo.
Dentro de poco el hombre y la mujer vivirán solos y únicamente se unirán a un grupo social cuando tengan que hacer algo, realizarse en algún sentido, o aprender. La institución de la familia desaparecerá para dar paso a una absoluta individualidad, a veces compartida por conveniencias del guión. Pero ya no habrá agravios, ni existirán las afrentas, ni las infidelidades. Si por algo se ha caracterizado esta era que dejamos, es por los dramas desgarrados que se derivan de la compulsión de los humanos a relacionarse sexualmente con otras parejas. Hoy, todavía existe en el ambiente la idea de la fidelidad como lo único que puede mantener un matrimonio, y la idea de la paternidad como la única oportunidad de que un infante pueda sobrevivir, alimentarse, aprender y conseguir afecto.

Mañana los hijos serán hijos de instituciones en las que aprenderán la realidad de la vida, del amor, de las relaciones y de los auténticos sentimientos, sin la contaminación de los orgullos, de las sevicias, de las infidelidades y de las rupturas familiares, de la rivalidad y del desamor. Y la pareja se amará en absoluta libertad de acción por un tiempo, hasta que el amor se agote y cada uno busque su realización en otros pagos, con otras gentes, para aprender otras cosas. Y si el amor perdura, bien para ambos.
Los sentimientos en algunas personas son cambiantes y tornadizos como lo es todo en la naturaleza: Hoy llueve y hace frío, mañana despuntará el alba guarnecida de un sol radiante y vivificador, y luego volverá a nublarse y hará frío nuevamente. Sólo el que vive las estaciones es consciente de los cambios que sacarán adelante las cosechas. A un tiempo de calma y recogimiento, sigue otro de explosión de la naturaleza, de siembra y recogida. Y es bueno que así sea.

La gente se resiste al cambio, pero es lo único posible y lo único que nos enseña. Es la segunda causa del dolor de la humanidad según el chamán: Las cosas se acaban. Pero volverán a surgir otras diferente, a veces mejores y a veces peores, dependiendo del juicio de cada cual.
Incluso aquel que nos ha causado dolor ha sido un gurú, un maestro que nos ha enseñado algún aspecto de la vida, de los sentimientos, del amor y de la capacidad humana para querer, para odiar, para amar y para olvidar.

Duerme tranquilo, mi amado espíritu viajero, yo velaré tu sueño. Y cuando yo cruce la puerta, te estaré esperando allí donde no existen limitaciones, para pasar un tiempo juntos y acabar lo que empezamos en este plano.

LVU4E.

JESÚS





JESÚS

Jesús de Nazaret es uno de mis referentes. Es un aliciente para mí  levantarme cada mañana arropado bajo su manto. Él, en su infinita majestad, me acompaña en todas las circunstancias de mi vida, pero, bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia, puede evitar mi experiencia; la experiencia que yo he elegido para aprobar ciertas asignaturas pendientes de otra vidas.
Este placer lo comparto con algunas personas que viven a mí alrededor, para las que la figura excelsa de Cristo constituye su referente. Ayer charlando con una de estas personas me abría su corazón para confiarme alguna pena, y cuando yo –iluso de mí– le contaba lo que ella ya sabía de largo, me contestaba que ya se sabía la teoría de carrerilla, pero que lo verdaderamente difícil era pasarla a la práctica. En realidad no basta con atesorar vastos conocimientos sobre metafísica y tener la joya de la fe dentro del pecho, es fundamental practicar lo que se sabe; llevar a la práctica esa teoría tan fácil de digerir para algunos mortales y tan difícil de practicar para todo el mundo.

Un poco más tarde me encontré con otra de las personas de mi corazón, que afortunadamente, tiene la misma idea que yo sobre Jesús, El Cristo, y para la que constituye un aliciente. Me contaba que escucha todas las mañanas en el cedé de su coche la Cantata BWV 147 de Johann Sebastian Bach. La llamada “Jesús, la alegría de la humanidad”. Es una bonita manera de empezar el día, y estoy seguro de que, de alguna manera, todas las personas que se encuentran congregadas en el corazón de Jesús sintonizan entre ellas.
¿Cómo hacer para seguir el día con la misma tónica de placer de la vida y alegría de vivir? Es sencillo decirlo pero muy difícil  llevarlo a la práctica. Voy a repetir el concepto por enésima vez para aprenderlo yo también:

De alguna manera toda nuestra vida está pactada de antemano. Este concepto no tiene nada que ver con el determinismo de vida, es simplemente un consuelo el pensar que yo mismo decidí  vivir los acontecimientos que yo mismo diseñé antes de venir. Nadie tiene la culpa, por tanto, de lo que me pasa y de lo que está por pasar. Sólo yo soy  responsable del desaguisado que pueda parecer mi existencia, nadie más, y mucho menos Dios.
Esta premisa es fundamental para abordar con alegría el ‘día a día’. Y si a este concepto le añado el vivir constantemente pendiente del momento; de este momento, sin pensar en el pasado, ni en el futuro, es muy posible que nuestra vida sea un mar de tranquilidad. Nadie dijo que esto fuera sencillo, es muy, muy complicado de llevar a la práctica. Siempre vivimos aspirados por el pasado o por el futuro. Siempre confiamos en mañana para que se solucionen nuestros pequeños problemas de humanos intranscendentes en comparación con la inmensidad del Universo. Siempre nos torturamos con lo que pudimos hacer en el pasado y no hicimos, y con lo que hicimos y nunca debimos hacer.

Vivir el momento; “estar a lo que se celebra”, es la solución para todos los problemas. Y si estos dos conceptos los trufamos con la idea de que si las cosas tienen solución no exigen preocupación, y que si la tienen no debemos de preocuparnos, lo tenemos todo mollar. Tengas o no dinero, amor o salud, todo te irá bien con la compañía de Jesús.
LU4E

lunes, 16 de abril de 2012

CADENA DE FAVORES





CADENA DE FAVORES

Casi es ofensivo que me sienta tan bien con las cosas más sencillas e inverosímiles que pasan en la vida. Me emocionan hasta el punto de provocarme el llanto…
Supermercado. Esta mañana. Intento comprar langostinos cocidos en  la pescadería. Siempre está llena. Tiene muy buen género y los empleados son amables y muy profesionales. Ese debe ser el motivo de que siempre esté llena. Cojo el número: El 46. Miro con curiosidad el cartel luminoso donde aparece el turno: el 2 ¡Vaya, faltan sólo 44 números! No tengo prisa. Bueno, relativamente, son las 13:25 y todavía tengo que llegar a casa y preparar la comida y la mesa.

Me doy una vuelta por el departamento de menaje. Me gustaría comprar un mechero de cocina, de esos que tienen un tubo largo para facilitar el encendido en los sitios más inaccesibles. No encuentro el mechero pero me quedo viendo unos moldes de colores para madalenas, que son una pasada pero muy caros. Cuando me harto de curiosear vuelvo a la pescadería. El 12. ¡Vaya, todavía falta un rato! Me alejo un poco para tener mejor punto de vista. En ese momento, a mi derecha y un poco más cerca del mostrador, veo a una pareja, más o menos de mi edad. Ella se gira sobre sí misma, me echa un vistazo y viene hacia mí.

-          ¿Qué número tiene? –Me pregunta.
-          El 46.
-          Pues tome.  –Me dice mientras me ofrece un tique con el número 25.
-          ¡Bueno, como se lo agradezco! ¡Muchas, muchas gracias!
-          No hay de qué. A nosotros nos han dado otro número más bajo que el que le he dado a Ud., el 18. No hay por qué darlas.

Vuelve junto a su pareja y a los pocos instantes la toca el turno y empieza su compra.
De momento no reacciono, pero al minuto veo a otra pareja de jóvenes, que llevan un niño en una sillita de ruedas. Me acerco a ella y la digo:

-          ¡Perdone! ¿Qué número tiene?
-          El 52 –Me dice poniéndome el tique delante de los ojos.
-          Pues toma este. Por lo menos adelantas seis turnos.
-          ¡Pues muchas gracias!

Oigo que le dice a su pareja: ¡Pues mira qué bien! ¡Qué señor más amable!
Inmediatamente veo que ella se dirige a otra anciana que está a su izquierda y hace lo mismo. Se conoce que la anciana tiene un número todavía peor que el suyo…

Me dan ganas de llorar y pienso en volver a dar las gracias a la señora que me dio el primer número.
Cuando me toca, pido por favor a la pescadera que me ponga un kilo de langostinos. Se dirige al mostrador de los mariscos y me pesa 1 kilo. Pero, incomprensiblemente, después de pesar correctamente y computar el precio, coge un puñadito de langostinos y me los mete en la bolsa…como de propina. No salgo de mi asombro ¡Vaya mañana!

Cuando acaba de comprar la señora que me regaló su número, me dirijo a ella y la vuelvo a dar las gracias. Me enternezco con la situación y tengo que hacer esfuerzo para que no se me caigan dos lagrimones. ¡Hay día en los que uno cree firmemente en la gente!

LU4E


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