sábado, 23 de julio de 2011

ROBOTS EN LA FASA



Y cuando me voy

Yo sé que mi corazón puede quedarse
con mi amor
Se entiende
Esta en las manos de mi amor
Y mi amor me hace bien

Wo wo wo wo

Mi amor me hace bien
Y cuando en el armario vacío
Aun encuentre algo con mi amor
Se entiende
Que esta en todas partes con mi amor
Y mi amor me hace bien

Wo wo wo

Mi amor me hace bien
Wo wo te amo, oh, wo mi amor
Solo mi amor tiene la otra llave para mi
Oh mi amor, oh wo mi amor
Solo mi amor me hace bien

Wo wo wo wo wo wo

Mi amor me hace bien
No me preguntes nunca por que
Nunca diré adiós a mi amor
Se entiende
Que esta en todas partes con mi amor
Mi amor me hace bien

Wo wo wo wo

Mi amor me hace bien
Wo wo te amo, oh mi amor
Solo mi amor me hace bien

Wo wo wo wo


¿Qué? ¿Bonita, no? Bonita, no. Preciosa. Y la letra no tiene desperdicio. Para vosotros.


El sábado es un día dedicado, en la emisora de radio que yo oigo, al fomento de la salud a través del ejercicio físico. Conectan con varias autoridades de los patronatos y direcciones generales de deportes de toda España, y les hacen preguntas acerca de los programas que llevan a cabo para inculcar en los ciudadanos la conveniencia de hacer deporte. Están prácticamente toda la mañana en el mismo plan: Dale la matraca a que lo fundamental para la salud es hacer deporte. Que hay que moverse, que hay que andar, que hay que correr. En otras emisoras la toman con la alimentación como base de la salud, y le dan cien mil vueltas a los alimentos que hay que ingerir para conservar un peso adecuado. Incluso tienen problemas como ¿qué es preferible, estar delgado y enfermo, o gordo y sano?. Total, fundan la salud en el cuerpo físico y como consecuencia, apoyan su buen funcionamiento en el ejercicio y en la alimentación.

El otro día fui a visitar las instalaciones de montaje de automóviles que la fábrica Renault tiene muy cerquita de mi ciudad, en Villamuriel de Cerrato. Es un prodigio de la técnica electrónica, mecánica y cibernética cómo se mueven los robots. Si entornas los ojos y te abstraes de lo que verdaderamente son, se diría que estás viendo un ballet, cuyos integrantes tejen posturas inverosímiles en el área en la que se mueven. Son capaces de hacer los más finos y delicados trabajos de montaje, incluyendo soldadura, pintura y ensamblado. El encargado de la planta con quien departí por unos breves momentos, me contestó a algunas preguntas cómo qué tardaban en hacer su trabajo, qué ventajas tenían sobre los operarios, qué disminución del gasto conllevaban, etc. Para contestar a la última pregunta que le formulé dudó unos instantes, me miró a los ojos y me dijo: «Pues efectivamente, tiene usted razón. Los robots están perfectamente engrasados y alimentados, pero si falla el programa informático que les hace trabajar, indefectiblemente se paran. Es el programa lo más importante de todo el entramado.

¡Claro, claro! Los robots necesitan imprescindiblemente un programa que determine su funcionamiento. Y cualquier fallo de este programa tiene como consecuencia un fallo en el funcionamiento de los brazos mecánicos, de su sincronía y de su salud mecánica. Por supuesto que los alimentan con la energía que precisan. Naturalmente que mantienen sus estructuras mecánicas con los aceites lubricantes oportunos. Pero esa es sólo una pequeña parte del programa de trabajo, porque no hay que olvidar que lo que ordena su funcionamiento es el programa informático.

Todos los intentos de las autoridades –que algo ganarán con ello– para que los ciudadanos se pongan en forma y coman adecuadamente, resultan estériles sin contar con la mente humana que es la que elabora los programas que hacen funcionar correctamente la humana fábrica. ¿El cuerpo hace ejercicio físico? Sí, señor ¿El cuerpo está bien alimentado? Sí, señor. Y a pesar de ello, enferma ¿Por qué? ¿Por qué si el individuo hace ejercicio y come adecuadamente también enferma? Pues, muy sencillo. Porque, al igual que los robots de la FASA se mueven gracias al programa informático, y un fallo de este, por muy bien alimentados y engrasados que estén, determina que hagan lo que no deben o que se paren. La humana fábrica, por muy bien ejercitada que esté en el plano físico, y por muy bien que se alimente, si falla su mente, fallará su cuerpo.

¿Es fundamental para el ser humano hacer ejercicio y alimentarse adecuadamente? Sí, señor. Pero no es definitivo para determinar su estado de salud. Desprecian el factor mental (programa) que hace al cuerpo humano estar sano. ¿Por qué? Lo ignoro, aunque a lo largo de los años he coleccionado unas cuantas pruebas que hacen a las autoridades despreciar este concepto tan sencillo.

Haz que los ciudadanos hagan ejercicio; haz que se alimenten adecuadamente, pero fundamentalmente, haz que aquieten su mente y que tengan en cuenta que vivimos como pensamos y que el 98% de las enfermedades tienen su origen en fallos mentales, provocados por conflictos emocionales.

Sí, es verdad, tienes razón, siempre estoy con lo mismo, pero es lo que hay ¿Será tan difícil, con la cantidad de pasta que roban, que destinaran una pequeña parte a investigar estos aspectos? No pueden con el gasto sanitario. No pueden con el gasto farmacéutico. Y ¿Quién impide que se experimente sobre este extremo? No lo sé, señor. Pero lo que sí sé es que si la gente supiera que el 98% de sus enfermedades se las provocan ellos mismos con sus conflictos emocionales, vivirían más felices y no estarían todo el día en los centros de salud y consumiendo medicinas, que tienen efectos secundarios y que, en un tanto por ciento muy elevado, son placebos. Estoy a tu disposición para aclararte tus dudas al respecto. Gracias.

martes, 19 de julio de 2011

VOLVEMOS DONDE SOLÍAMOS



VOLVEMOS DONDE SOLÍAMOS



…Y no ha pasado nada. He estado mucho tiempo sin ocuparme de mi blogg y no ha mejorado la economía, ni los políticos han mejorado sus conocimientos, ni se han vuelto más solidarios, ni más inteligentes, ni les ha nacido, como de la nada, un curriculum florido que les acredite como versados en alguna materia.

Siempre confío en que existan políticos que tengan conocimientos y ganas de hacer las cosas bien; me creo expectativas, y es una de las cosas que recomiendo que no se haga nunca. Pero mi confianza en la gente es infinita como las estrellas del cielo, y siempre caigo en la misma.

En nuevo equipo de gobierno del ayuntamiento de Palencia se está encontrando más agujeros en la economía del consistorio que un queso de Gruyere. Pero eso no es óbice para que no hagan las cosas bien. Se han encontrado con pasteles que no son de su agrado, pero eso va inherente al sueldo; al sueldo que se llevan todos los meses por rascarse la barriga y elucubrar todo lo que pueden para no llevar a cabo ninguna solución de la situación. Tienen un marrón bastante curioso con las licitaciones de obras del barrio del Carmen. Érase que se era una empleada del PSOE que hacía de su capa un sayo y exigía más de lo que debía, para hacer su santa voluntad de política de cuota. El caso es que no le sale de faldriquera cursar las licitaciones, para que la empresa que está rehabilitando el barrio cobre los dos meses que lleva trabajando duro para todos los vecinos. Ella va a ser, en su prepotencia de mujer poderosa, la única responsable de que se paralicen las obras, de que la empresa y los obreros se queden sin el dinero, que esta vez sí, se merecen por su trabajo. Se ha advertido al Sr Alcalde de los desafueros de la dama, y el alcalde, que no quiere líos –no sé si sabe lo que son líos–, por compadrear con la oposición –muy normal en todos los partidos políticos– no hace una cosa tan palmariamente sencilla como  quitarle a ésta señora las competencias de esa única parcela de su trabajo, para que lo solucione el departamento técnico del ayuntamiento. Pues, ni eso. Van a dejar que las cosas se pudran, van a enfrentarse con todo un barrio, van a dejar que se pierdan las subvenciones y que los vecinos se queden con los andamios puestos, a ver si llega el alcalde y los desmonta.

La inutilidad de los ineptos aumenta exponencialmente con las responsabilidades del cargo que ocupan. A mayor responsabilidad, mayor inutilidad. Se ve en todo. ¿Cómo se puede consentir que el máximo representante político de una ciudad como Palencia, se ponga una corbata verde. Lo bueno es que un edil, al verlo, le dijo: ¡Huy, Polanquito, que corbata verde más bonita te has puesto hoy! A lo que Polanquito contestó: ¡No es una corbata, ignorante, es un moco!

¡Vaya, he vuelto fino de mis vacaciones! No preocuparse que entraré en mí no tardando mucho. Pero hoy tenía ganas de zurrar a los que siguen siendo unos auténticos inútiles, los políticos.

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