sábado, 30 de abril de 2011

DORADA A LA SAL




DORADA A LA SAL


Yo sé que la sabéis ¡Cómo, no! Pero está bien repetir de vez en cuando. No obstante, yo siempre había hecho la dorada a la sal con la pieza completa. Esta modalidad casi me gusta más por la facilidad de manejo a la hora de quitar la costra de sal y emplatar.

Se hacen dos lomos de cada dorada. Se unta un cuadrado de papel metálico con aceite. Se dispone un lomo de dorada encima con la piel hacia arriba. Se recoge el papel alrededor del pescado, como haciendo una pequeña barrera de contención alrededor. Se cubre la pieza por encima con sal gorda ligeramente humedecida, y, al horno previamente calentado a 180°, de 5 a 7 minutos. Se retira la sal y, con mucho cuidado y empezando por el extremo de la cola, se quita la piel.

Se acompaña con mayonesa, vinagreta, salsa tártara, verduras, patatas cocidas, etc. ¡Buen provecho! (Hago la salvedad de que en la alta sociedad –de la que queda cada vez menos– se considera como una falta de educación decir “Que aproveche” o “Buen provecho” a los comensales. Basta con saludar de una manera cortés y educada sin alusiones a la digestión.)



Medio lomo colocado con la piel hacia arriba en un papel metal. Empieza el fruncido del papel.




 



Lomo cubierto totalmente de sal. 


La última corresponde a la disposición de los lomos en la bandeja de horno.

jueves, 28 de abril de 2011

LOS TENTÁCULOS DEL NACIONALISMO SON ALARGADOS





Tan largos son los tentáculos del independentismo catalán, que hasta el presidente del gobierno en medio de su estulticia e iconoclastia –a nadie se le hubiera ocurrido–, se declara públicamente forofo del Barcelona F.C. La bandera del Nacionalismo-independentismo catalán, desde hace muchos años, es el futbol club Barcelona; el Barҫa, como le llaman en todos los lugares de España sin saber que Barҫa es el nombre catalán del Barcelona. Pero aquí estamos en España, y está bien pronunciar Mánchester Iunaited, pero aquí, en España, Barcelona es Barcelona, igual que Gerona es Gerona y Lérida es Lérida. Igual que La Coruña es La Coruña; igual que Bilbao es Bilbao, quieran o no los imbéciles con angarillas que siembran de desconcierto con sus afirmaciones esta piel de toro patria tan pisoteada últimamente por las minorías que aguantan al gobierno en una posición de estable inestabilidad.

Con la completa anuencia y complacencia del gobierno patrio, con tal de permanecer de cualquier manera en el poder, a estos sandios separatistas les importa un bledo ponerse al margen de la ley, porque saben que la ley les ampara, con tal de mantener su bandera, el Barcelona F.C., que es más que un club. Y en esta frase se encierra toda la intencionalidad del independentismo: El Barcelona es la marca del catalanismo en el mundo entero. Y ahora que lo han conseguido, harán lo imposible y se pondrán al margen de la ley, si es preciso, con tal de mantenerla.





Han tenido la suerte de coleccionar en una plantilla a cinco jugones de pequeña talla, tanto intelectual como moral cuando se trata de mentir ante lo evidente, que aparte de jugar como los ángeles, gozan de la ayuda de instituciones y de árbitros, linieres y hasta de los recogepelotas y de los encargados de poner en marcha los aspersores. De todos es sabido –y en este mundo corrupto hasta las cejas a nadie extrañará el hecho– que los árbitros y linieres son muy fácilmente corruptibles y que nadie se entera, por muchas pesquisas que lleven a cabo, de las corruptelas que hay en este sentido. Sobornar a un árbitro para que decante un evento a favor de determinado equipo, es fácil y barato, cuesta lo que tardan en tirar de talonario o de ingresar una cantidad de dinero en una cuenta oculta, incluso en el país de origen del colegiado. No se entera nadie, y el club favorecido triunfa y está presente como vencedor –no cabe más honor– en todos los periódicos y medios de comunicación del planeta. Otra cosa sería que figurasen como perdedores. No, aquí hay que ganar a toda costa. Y para alcanzar sus fines, no hay más que untar a cuatro o cinco y se acabó: El Barҫa seguirá siendo ‘más que un club’.

Para hacer su juego de tocar y tocar y tocar –que les sale bien pero que aburre a las ovejas–, tienen la necesidad perentoria de robar balones al contrario, y para hacerlo y mantener la pelota más de un 75%, tienen que entrar al límite de lo legal, siempre. Y ahí está la primera parte de la permisividad: Les pitan el 10% de las faltas que cometen en los robos de balón. El segundo apoyo se lleva a cabo cuando el equipo contrario, en su afán por robarles la pelota –misión harto complicada– les entra; y ahora sí, ahora se invierte el tanto por ciento y al equipo contrario le pitan el 90% de las veces. La tercera ayuda, cuando ya lo ven complicado y pasa el tiempo sin abrir la lata, como dicen ahora, se cargan a uno de los jugadores contrarios y desaparece el problema. ¡Es todo tan sencillo!... Y lo peor es que en toda España hay gentes de buena voluntad que no se dan cuenta de los manejos del nacionalismo catalán, y, sean de Córdoba o de Plasencia, son del Barcelona a muerte.

Hace mucho tiempo que está pasando. Al enemigo ni agua. Y si encima se sienten protegidos por el gobierno, por las instituciones y por la ley, apaga y vámonos. ¿El Barcelona juega bien? Sí. ¿Se merece estar donde está? No. ¿Le favorecen los árbitros? Sí. ¿La gente sabe de los manejos nacionalistas? No, o no quieren saberlos. ¿Es justo que en un partido que está igualado hasta el minuto 60, por una falta como hay veinte, se expulse a un jugador vital, que precisamente estaba encargado de marcar ‘al Messi’? No. Como dice mucha gente, al Barcelona no le hacían falta estos desafueros para ganar partidos, pero hay que asegurar el porvenir de la ‘Nación Catalana’, no vaya a ser que nos falle ‘la marca de identidad’: ‘Barҫa es més que un club’ y la piciemos. Y mientras tanto el tío Floren no sé si será demasiado legal, o se la cogerá con papel de fumar, pero pienso que él podría hacer lo mismo o mejor que hacen los dirigentes catalanes, pero posiblemente no podría dormir tranquilo porque es un hombre de bien y de honor. Amén.

Todas las afirmaciones que aquí vierto no son contrastables como la de si hubo o no contacto en la falta que supuso la expulsión de Pepe, pero son parecidas a la discusión de si ahora, 8:02 de la mañana, es de día o es de noche. Hay quien lo ve muy claro, pero hay quien se empecinará en que es noche cerrada con tal de tener razón, o de rebañar para casa, o hacer oídos sordos y ojos ciegos a lo evidente.

ESCOGIÓ VIVIR SU VIDA

Nació muy querido por sus padres y sus hermanos. Era un muñeco con cara de bolso. “Caraborzo” le llamaba un amigo andaluz de mi tío José Luis. Y su madrina, esposa de José Manuel Barahona Galvao, a quién debió su nombre, le saludaba con una caricia y un:”Niñu rico. Niñu rico” que a todos nos hacía sonreír e intentar repetir la gracia con una carcajada abierta de José Manuel. Su simpatía no dejaba indiferente a nadie, y así siguió hasta su salida de este planeta. No quiso estudiar, pero su desparpajo siempre le proporcionó más de lo que necesitaba para su sustento. Se casó con una joya, que no supo aprovechar, y tuvo dos hijas deliciosas. Después vino la asesina que se le metió poco a poco dentro y lo fue devorando insidiosamente. Sólo su naturaleza le ayudó a prolongar su partida. Ha sido amigo de sus amigos y al final vivió de la caridad de su hermana, que se ha desvivido por él hasta su último suspiro. Ha vivido como ha querido realmente con la única preocupación de sus cigarritos y de que no le faltase para vivir. Mucha gente llorará su muerte cuando se entere. Nosotros, sus hermanos y sobrinos, lo vamos a celebrar. Allí arriba le esperan muchos amigos y multitud de familiares que le recibirán con los brazos abiertos. Aquí le despedimos con la alegría de su liberación y de la de su hermana. Descanse en paz.

No me gusta viajar; me encuentro mejor en la seguridad de mi casa, mi ordenador, mis reflexiones, mis libros, mi Tai Chi y mi espera del próximo acontecimiento. Pero mi elección en ese momento era acompañar a mi hermana y a mi hermano. De él, del difunto, estaba bastante desvinculado. De ella estoy unido por lazos de amor, de amistad, de familia y de confidencia. En realidad era a ella a la que tenía que acompañar. Detrás quedaban las ideas de temporalidad, de sufrimiento, de que habremos de morir algún día…E indefectiblemente, y a no ser que hagas un auténtico ejercicio de mantenerte en tu centro, te invade la pena y es imposible que en algún momento que no fluyan las lágrimas.

Escogí acompañar a mi hermana, y mi hijo eligió acompañarnos a los dos. Salimos de Palencia en automóvil camino de Madrid, a las 13:00 del martes y después de llegar al AVE Madrid-Sevilla con diez minutos para embarcar, y de un camino de 170 Km, en un automóvil alquilado, hasta Zahara de los Atunes, domicilio del difunto donde llegamos a las 21:15, nos encontramos con parte de la familia a la que nos unimos, agotados del viaje y de la tensión. En estas ocasiones no se duerme, se echan cabezadas, incluso en la cama, porque el cansancio y la presión no te dejan conciliar el sueño. Al día siguiente nos desplazamos hasta Chiclana de la Frontera, donde se encontraba el tanatorio.

No quise verle. Prefería la imagen de mi memoria a una deteriorada y yerta del cascarón que ha dejado su espíritu, ya definitivamente libre de ataduras terrenales. Un cura profesional dictó un sermón de puro trámite a las 12:30, y a las 13:00 incineraron sus restos. A las tres nos dieron sus cenizas, que iban a tirar al mar sus hijas, y a las 17:45 entrábamos a la Estación de Santa Justa para devolver los autos de alquiler. Pasamos casi todo el trayecto, Mi hermana, sus dos hijos, la ex mujer de José Manuel y mi hijo Daniel, en el vagón restaurant comentando y haciendo risas. Con una puntualidad británica llegamos a Madrid a las 21:16, y después de pagar el aparcamiento del automóvil de Daniel, partimos para Palencia. Eran las 12:30 cuando llegamos. La noche ha sido plácida y tranquila después de recorrer cerca de 2.000 Km de la geografía de España en 24 horas.

Las hijas de José Manuel se iban a quedar en la casa paterna unos cuantos días para coger aquello que desearan y cerrar la casa. No pudieron aguantar ni la primera noche y salieron en coche para Madrid como almas que lleva el diablo. Allí están ahora descansando para partir hacia Soria, ciudad en la que habitan. La vida sigue para nosotros aquí en este mundo terrenal, y seguirá después en el otro. Descanse en paz.

martes, 26 de abril de 2011

MUY POR ENCIMA






La base de las redes sociales, que tienen un éxito comprobado, es su superficialidad y brevedad. Es lo que demandan los jóvenes de hoy. Aparte de estas características es muy atrayente para ellos el factor anonimato y la posibilidad de adoptar una personalidad diferente a la propia para establecer relaciones o para lograr la adhesión de muchos folowers (secuaces). En las radios es clásico que los conductores de programas de alguna audiencia tengan espacios en una red social y que pugnen entre ellos por el número de secuaces. “Yo tengo 80.000 secuaces. Y, tú, pringao, no tienes más que 65.000”, se suele oír, no sin un leve sonrojo por lo estúpido de la afirmación.




Más, la superficialidad no va con mi cultura, ni con mi carácter, ni con mis pretensiones. Reconozco, no obstante, que son las determinantes que multiplicarían el número de mis secuaces. Pero ¿Para qué muchos seguidores de algo que a mí me parece inútil? ¿Qué decir para igualar las marcas del resto de los bloggeros, twitters o participantes en cualquier red social que, aparte de congregar huelgas y asonadas, pretenda ser útil por sus contenidos? Definitivamente prefiero tener pocos, pero que a alguno le sirva de algo lo que escribo.

Hoy, que sólo nos llegan al tímpano vibraciones estándar, ya escuchadas miles de veces anteriormente; manidas, utilizadas hasta la saciedad, sin nada original, sin nada útil en ningún sentido. Pretendo alertar a mis lectores de que en vez de oír, escuchen. Cualquier conversación; cualquier pregunta; cualquier parlamento oído en radio, televisión o dicho en la calle al paso, si escuchamos, nos damos cuenta de que ya lo hemos oído muchas veces antes; de que siempre se emplean los mismos términos, en el mismo orden y casi con las mismas inflexiones de voz. Las preguntas siempre aluden a la salud de una forma explícita y las contestaciones, o repiten la primera parte de la pregunta: “¿Cómo vives?”. “Vivo”, o son fingidamente positivas: “¿Cómo estás?”. “Perfectamente”. Después, la pregunta que sigue, si hace tiempo que no ves a la persona, es un interés simulado por la familia. Porque ¿qué carajo te importa la familia del fulano?. Si te contesta que, bien todos; ahí se acaba la canción. Pero si te cuenta la desgracia o la muerte de turno. Eso sí que tiene enjundia: “¿No me digas? Pues no me he enterado. Me dejas de piedra ¿Y cómo fue?” La verdad es que no te interesa en absoluto la historia del fallecimiento. Lo verdaderamente definitivo es que la ha palmado sin remisión, y, ya. Pero un muerto da para mucho. Aquel día ya tienes conversación para todo el que te encuentres. Y si no tienes la suerte, al llegar a casa empiezas a llamar por teléfono como loco para contar la cosa de primera mano.



¡Qué pocas cosas de las que oyes tienen interés, madre mía! ¡Qué pocas cosas de las que oyes al cabo de la semana te sirven para algo práctico! Todos son noticias, opiniones de todo tipo, la mayoría no fundamentadas, ni contrastadas, ni necesarias, que no sirven para nada en absoluto. Así que, para poner un broche de oro a este post os voy a contar una anécdota sonrojante. Érase que se era un padre que llevó a su niño de ocho años al otorrino. El médico le sentó en el sillón de exploración, le hizo abrir la boca –cosa que consiguió a duras penas–, le bajó la lengua con un depresor de madera higienizada, e, inmediatamente exclamó: “¡Qué mal está operado este crío de las amígdalas! ¿Quién fue el animal que le operó?”. “Usted. Don Arturo” –contestó el padre esbozando una sonrisa y llevándose la mano a la boca para que no se le notara mucho…

lunes, 25 de abril de 2011

ADANISMO




adanismo.

(De Adán).

1. m. Hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente.

Me reconozco un crítico, a veces inmisericorde, de todo lo que me rodea. Me dejo guiar por mi sentido de la belleza, de la ética y de la moral, que en parte aprendí en mi periodo pre y adolescente, y en parte incorporé durante mis abundantes cursos de humanismo, filosofía y terapias de apoyo. Los libros me han aportado otra parte sustanciosa de mi acervo cultural. Con muchos años lastrando, a veces, mi intención, y otras condicionando mi pensamiento, tengo claras muchas cosas, y todavía oscuras otras. Me martiriza –la verdad, cada vez menos– la estulticia humana y lo tornadizo de las intenciones de los hombres. Me contamina el adanismo de la mayoría de los que se erigen como guías de la humanidad sin tener ni uno solo de los fundamentos que son necesarios para formarse un buen criterio que arrojar en los oídos de aquellos que lo necesitan. La pólvora fue descubierta por el pueblo chino alrededor del siglo IX, pero nacen todos los días individuos sandios que se proclaman sus descubridores exclusivos sin ningún arrobo, y hacen estallar petardos en nuestro culo, que ya debíamos de tener pelado. Basta decir bobadas constantemente para crearse una nube de seguidores estúpidos que las leen, escuchan e intentan imitarlas. Y la verdad es que para filtrar las muchas tonterías que dicen los ‘padres de la patria’ hay que tener un criterio fabricado a lo largo de años de enseñanzas de buenos e independientes maestros, que sólo pretendían el bien de los alumnos, no su adoctrinamiento político, no convertirlos en analfabetos funcionales a quien mover a golpe de consigna política y programa estulto de televisión.



Y lo cierto es que, si han querido crear unas cuantas generaciones de imbéciles, igual que ellos, para que no se noten demasiado sus carencias y para poder conducirlos a su redil con ayuda de perros que se encuentran satisfechos con unos pitracos al cabo de la jornada, lo han bordado. Porque, sin duda, la base de un país es la ciudadanía. Y aunque parece una perogrullada no lo es tanto, porque ‘ellos’ creen que la base del país son ellos. Y la ciudadanía no funciona si no está educada, y la educación es imposible con textos amañados, exigencias nulas y descenso del índice de calidad de los docentes, privándoles de libertad de cátedra e incentivando su mala praxis. El país; cualquiera de los que componen los cinco continentes, se nutre de sus ciudadanos y ellos, con su sabiduría su empuje y su estímulo lo elevan a los cielos. Imposible tarea con socios que no saben hacer la o con un vaso, porque no se les ha enseñado.

Muchas veces he predicado que la gente hace lo que le dejan hacer. Y eso es responsabilidad exclusiva de las autoridades y sus consignas espurias, bastardas e interesadas. Inclinadas a crear ciudadanos incultos a quien poder convencer de la presencia de la noche en medio de un sol radiante que todo lo ilumina. Y lo cierto es que la enseñanza es la base de todo, pero nada se logra queriendo hacer un bachillerato de excelencia con aquellos alumnos de elite en la ESO. Se logra exigiendo a los docentes un nivel muy por encima del que ahora utilizan para conseguir puestos, cátedras y prebendas políticas, y elaborando unos planes de estudio en los que se contemplen unas enseñanzas de humanidades, de historia, de lenguas muertas y de conducta totalmente exentas de partidismo y de tendencias. Y un nivel de exigencias muy por encima del que ‘estos descubridores’ están utilizando para crear corderos y no leones.
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