sábado, 27 de noviembre de 2010

LOS SENTIMIENTOS DEL PENSAMIENTO EN SUPERFICIE

Reclamas mi opinión a gritos. Quisieras que pensara igual que tú, y que, igual que tú, me brotaran los sentimientos en forma de lágrimas. Temo decepcionarte. La causa es la que hemos estado hablando todos estos días: La vida es algo diferente a esta especie de melodrama que hemos inventado. No es que yo no tenga sentimientos, los tengo y muy tiernos. Las caricias son un alimento para mi alma, los besos son para mí una bendición, y los halagos me nutren el corazón. Existe una clave evidente para explicar lo desacertado de las definiciones. Es como los primeros pasos de un niño en la escuela. Se extraña por cada cosa que oye, ve o siente. Pero esas cosas quedan lejos cuando un adolescente acude a las aulas: Aquellas eran cosas de niños. Y, a su vez, cuando el adolescente entra de lleno en las disciplinas de la universidad, se admira de que le subyugaran tanto aquellas, para él hora, nimiedades de los dieciocho.

No te confundas, yo no estoy por encima del bien y del mal, sólo intuyo que las cosas van por otro camino diferente del sentimentalismo, que nos hará descarrilar los sentimientos a poco que nos rasquen el corazón, ahora apoyado en estos conceptos.


El Cristo del Otero (Victorio Macho). Palencia


Cuando uno se instala y hace suyo el concepto de Amor incondicional, ya huelgan las definiciones de Adiós, Amigo, Amor al prójimo, Caridad…porque ya todo está compendiado en un solo concepto: Amor incondicional. En el que no entran los plisados de las acepciones. Escojo uno al azar: Celos. Lo define muy tiernamente como: «Es cuando el corazón se retuerce porque no confía en sí mismo». Pero esta definición carece de sentido ante la incondicionalidad del amor, porque, cuando existe de verdad, borramos de nuestras bases de datos la palabra celos porque ya no tiene significado.

Adiós: «Es cuando un corazón que se va, deja la mitad con quien se queda». Volvemos al mismo punto de la enseñanza. Cuando se acude a las aulas de la universidad, carece de sentido la palabra adiós, porque no existe el adiós. Yo tengo que aprobar la signatura del desapego. Debo ser feliz con Adelaide, pero ella no es el paradigma de mi felicidad, y se comprende fácilmente que si Adelaide desaparece, no puede llevarse toda mi felicidad. En cuanto se comprende este concepto, se concreta la felicidad en mi persona y en nada más ajeno a mí.

Todo esto puede parecer presuntuoso, pero si seguimos fomentando el sentimentalismo, que es una aberración del amor incondicional, la gente seguirá sufriendo por las ausencias, por los celos, o por las mil chorradas que ha inventado la mente en superficie, y que no tienen nada que ver con el verdadero amor (que no depende de condiciones), o con la felicidad (que está dentro de mí, y en ningún otro lugar).



Parque de la Carcavilla. Palencia.


En este asunto reclamo mi parte de verdad. Ya sé que posiblemente no la tenga ‘toda’, pero sí la poseo en parte. Dame sólo esa parte hasta que te convenzas de que ‘esa parte’ es mucho.

Mi amor incondicional para ti, y para todo aquel que se cruce en mi camino y haya asumido cualquier rol, desde la Madre Teresa, hasta Otegui, pasando por algún ser humano de cuyo nombre no debo acordarme.

jueves, 25 de noviembre de 2010

LA EXCELENCIA ES BUENA PARA LA SALUD

Oí comentar en cierta ocasión a Eduardo Punset, que para llegar a la élite de cualquier deporte de competición –tenis por ejemplo–, hacía falta entrenar duro al menos 10.000 horas. Diez mil horas equivalen a 417 días enteros dándole a la zapatilla, sudando, sufriendo, llorando y queriéndote cagar en todo. Pero lo mejor es que tienes que tener un estímulo y algún que otro aliciente. Si gozas de todos los ingredientes, se cocina una mente maravillosa que podrá moldear un cuerpo vencedor. Y quien habla de deporte, puede hablar de cualquier disciplina intelectual, para la que también hacen falta, a razón de ocho horas diarias incluidos días de fiesta –¡qué menos para conseguir la excelencia–, 3 años y medio de duro entrenamiento. Lo que quiere decir que un estudiante sobresaliente de cualquier carrera universitaria, debe estudiar 20.000 horas antes de salir al mundo a comérselo todo con aptitudes y sabiduría.

Pero esto no es fácil. Se necesitan muchos huevos para hacer esa tortilla. Y además de los huevos, necesitaremos un sazonador (el tutor), un poco de cebolla (la intención) y patatas fritas (la ineludible obligación de hacer). Todo esto se puede asimilar a una simbiosis entre la familia, los educadores y los legisladores. Poner las cosas fáciles no es bueno para nada, y si así hubieran tenido sus caminos Rafa Nadal, Fernando Alonso, Cristiano Ronaldo, Leo Messí, etc. hoy no estaríamos gozando de su talento.




Os juro que aunque se ponga la RAE a legislar en materia de ortografía, para facilitarle la labor a los ignorantes, zoquetes, estúpidos, ineptos, ignorantes, yo seguiré escribiendo el adverbio ‘cómo’ con acento. Si algún desgarramantas quiere escribirlo sin acento o quiere poner sólo, equivalente a solamente, sin acento, allá él y su idiocia crónica, y si los sandios al uso quieren seguir contestando negativamente a cualquier pregunta con el consabido ‘para nada’, en vez de en absoluto, o no, allá ellos con sus manías.

¿Quién me va a enseñar estilo literario cuando dentro de algunos años todos los educadores escriban deporte: dxt? ¿Quién se pondrá a escribir una novela sin acentos, sin signos de puntuación y sin reglas de ortografía? ¿Quién será capaz de molestarse lo más mínimo por alcanzar una meta, si las metas ya no servirán para nada ante el deterioro de todo tipo?

Es bueno tratar de ser excelente para la salud. Tratando de alcanzar cotas excelsas, no se tiene tiempo para pensar en las batuecas. Y pensar en las batuecas (estar distraído y ajeno a aquello de que se trata), es muy malo.





Pensar en las Batuecas es muy sano,

y más hacerse el loco en lo importante.

Que limpie nuestra senda el de delante

y hallemos el camino abierto y llano.



Hay muchos que así opinan y, no en vano,

muy cómoda es su vida. Mas, no obstante,

parece más bien poco interesante

que estar siempre tranquilo te hace anciano.



Me agrada, y lo confieso con holgura,

el riesgo y el sentirme siempre alerta;

acaso con mis años es locura,



mas noto sin la intriga el alma muerta.

Que en medio del fragor de la aventura

mi mente aletargada se despierta.



(Francisco Escobar Bravo)



¡Que sí! ¡Que sí! Que no podemos vivir en la holganza, que hay que currárselo todo, y bien, para acostarse por la noche, poner una pierna aquí y la otra allá, mirar ligeramente atrás y pensar que hoy hemos cumplido con nuestra obligación de poner psicología en vez de sicología.

LA MEDICINA PREVENTIVA DE LA MENTE

No quiero dejar de insistir sobre la relación mente/cuerpo y el compromiso profundo que se debe adquirir en el empeño de mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud.

Si es el carácter el que determina nuestra reacción ante los hechos que nos depara la vida, y es la reacción la que nos produce el conflicto, que en suma va a ser responsable de nuestra patología orgánica, tenemos que moderar nuestro carácter si queremos que nuestras reacciones no den origen a los conflictos emocionales que desequilibran el funcionamiento de los órganos.


Niebla de mañana en el parque de la Huerta de Guadián. Palencia

Una vez instaurada la enfermedad, poco más o menos ya sabemos qué hacer para poner en marcha el sistema de curación: Conocer la verdadera causa de la enfermedad: «Usted tiene un carcinoma de estómago porque hay una situación en su vida que no puede digerir». Una vez conocida la causa, hay que reconocer que ese puede, o es, efectivamente el motivo de nuestra enfermedad: «Pues, sí, tiene usted razón, doctor. Ahora comprendo que esa es la verdadera causa de mi mal». Y por último, comenzar el proceso de curación: a) sanando el conflicto provocador de la patología. b) depurando el organismo para ayudar en la sanación. c) Practicando las técnicas oportunas para no pensar y d) ayudándose con prácticas energéticas.

Pero como la mejor medicina es la preventiva, abogo por una enseñanza integral de las cosas que debemos y no debemos hacer para no entrar en el carril del conflicto.

Las enseñanzas de los que nos precedieron en el camino de la vida son fundamentales para moldear nuestro carácter, pero las desestimamos como ya sabidas. Y lo importante no es lo que sabes, sino lo que haces con lo que sabes. Existen personas que acumulan conocimientos espirituales y los colocan en una librería como adorno o decoración. Jamás se les ocurre tomar uno de aquellos libros en sus manos y recordar la enseñanza que ahora puede ser fundamental.




Confucio es una fuente inagotable de inspiración. De él han llegado algunas máximas que son perlas de sabiduría y enseñanzas vivas. Extraigo una de estas gemas y hago que la recordéis.

«Si la cosa tiene solución, entonces no te preocupes. Si no tiene arreglo, no te preocupes. En cualquier caso, sea cual sea la naturaleza del hecho, no te preocupes, ocúpate».

Os hago notar la diferencia entre ocupación:

“Acción y efecto de ocupar u ocuparse. Trabajo o cuidado que impide emplear el tiempo en otra cosa. Trabajo, empleo, oficio. Actividad, entretenimiento”.

Y preocupación:

“Dicho de algo que ha ocurrido o va a ocurrir: Producir intranquilidad, temor, angustia o inquietud”.

La diferencia es drástica y diametral. Una cosa es ‘ocuparse’ que denota actividad o entretenimiento. Y otra muy diferente ‘preocuparse’, que claramente tiene la connotación de angustia e inquietud. Y estas dos facetas son las que contaminan cualquier situación.

Tómalo como método de vida, repara constantemente en ello ante un hecho que te acaezca y no lo olvides nunca, porque la vida está pespunteada con situaciones que nos preocupan, y bastaría, en todas las ocasiones, que nos ocupásemos de ellas.

MÉXICO PROFUNDO

En el año 2002 comencé mis cursos de chamanismo con Agustín Delgado Orea. Recuerdo que el primer seminario al que asistí se llamaba Lo bonita que es la vida. Lo impartía, por aquel entonces, en una masía muy próxima a la actual Casita, en Armenteras, y durante los cinco días que duró, hicimos ciento cinco actividades. A ese primero siguió un fin de semana en Valladolid. La Danza con la muerte y el reencuentro con la vida. En su libro Las ventanas del chamanismo –en el que colaboré en el trabajo de estilo– se describe con todo detalle la ceremonia de la danza y del posterior juicio en el que, si eres convincente, el Gran Espíritu te concede otra oportunidad de vivir. A ese segundo curso siguieron todos los demás hasta completar toda la enseñanza. En el ínterin asistí a cursos con Ivon Delgado (Ivoncita) y con la madre del clan de los chamanes, Elizabeth Orea, con la que aprendí Geometría Sagrada.




Aquel verano acudió a la llamada de Agustín su hermano Jaime, que nos dio un curso muy interesante aderezado con sus dotes de orador, que adornaba con un acento muy mejicano y sus profundos conocimientos de PNL (Programación Neuro Lingüística), aprendidos con el creador de la técnica Richard Bandler. Se proponía hacer un viaje chamánico a Méjico, visitando las zonas de poder, desde el DF hasta la península de Yucatán. Me subyugó de tal manera, que en cuanto nos explicó el programa, la intención y el precio, me comprometí seriamente.

El 1 de Febrero de 2005 partimos hacia México (Benito Juárez), comienzo de nuestro viaje a lo desconocido. Desde el 2 de Febrero hasta el 15, fecha de nuestro regreso, vivimos situaciones inolvidables con gente imborrable. El chamán comprometió a un par de asistentes al curso para que recogieran en video los momentos estelares del periplo. Así, grabaron 18 cintas Mini DV de hora y media de duración, destinadas a editar una gran producción para regocijo de propios y ajenos.




Transcurridos un par de años (no podría precisar cuántos) me interesé por la película. Al parecer habían surgido problemas técnicos, que habían imposibilitado su edición. Por aquel entonces yo había aprendido a utilizar un programa de edición de videos y me ofrecí a colaborar en el proyecto. Después de mucho dar la lata conseguí que me mandaran las 18 cintas Mini DV, para editar. Pero ¡Ay desilusión! Estaban grabadas en NTSC (sistema americano) y había que pasarlas a PAL (sistema europeo). Ahí empezó mi odisea particular para encontrar un laboratorio técnico que me hiciera el trabajo a un precio adecuado a mis posibilidades. Todos los intentos fueron estériles por elevado costo de los servicios.

Hace tres meses, por casualidad –mejor diremos, por causalidad–, contacté con una casa de fotografías que me dio un precio muy asequible. Cuando le llevé la primera cinta para probar, al laboratorio le robaron el equipo informático imprescindible para el trabajo. Esperé pacientemente, y hace 20 días, me entregaron la primera cinta pasada de NTSC a PAL. Curiosamente, esa primera cinta, era una conferencia de Jaime sobre PNL. Por fin, las dos siguientes (dos horas de video) sí eran los primeros pasos por la piel de México lindo.

Cuando fui a editarlas no admitía mi programa el formato mpeg y las tuve que transformar a AVI. Una vez capturadas, no se oía el audio. Cuando, por fin se resolvió el problema del sonido, he conseguido montar la primera parte, 35 minutos entresacados de cerca de dos horas, que no tienen desperdicio.




Pienso colgarlos en el blog por capítulos. La semana que viene lo habré pulido para validarlo y yo las gozaré mucho más que vosotros. Incluso aunque no entendáis nada de chamanismo, os gustarán muchísimo y viviréis unos momentos irrepetibles.

Se las dedico a todos los que asistieron al viaje, especialmente a Lidia y Jaime que lo hicieron posible, a los mejicanos que nos acompañaron, y a todos los mexicanos de punta a punta de esa tierra espléndida que nos hizo vibrar.

La próxima semana colgaré la primera. Estar atentos al evento que tantos esfuerzos me ha costado. Un abrazo para todos.

martes, 23 de noviembre de 2010

POSTURAS SUTILES

Hay posturas corporales y actitudes muy sutiles que están diciendo: hoy no tengo ganas de saludarte, o retira tu candidatura, o aléjate porque no me gustas. Habitualmente las ejercen personas que tienen miedo a declarar su rechazo abiertamente por la reacción del aludido. Pero, por qué la gente tiene ese rechazo a expresar sus inquietudes de una manera franca y abierta. La primera causa es que se interpretan mal las intenciones de los demás. Estoy hablando naturalmente de una relación hombre-mujer, de amistad pura y dura, sin ninguna pretensión de nada más, que se valora como peligrosa por parte de la mujer. Habitualmente no se entiende bien la amistad entre un hombre y una mujer, a no ser de infancia o desde la infancia. De otra manera se cuela de rondón el sexo y se fastidió el panorama. La amistad entre un hombre y una mujer en los ambientes de trabajo, de club o de afinidad de actividades, son meramente testimoniales; sólo de conocimiento, de saludo, de la mano y nada más. En cuanto tu capacidad de cariño sale a relucir, empieza a fastidiarse la amistad y la mujer actúa con sus posturas sutiles que, a pocas entendederas que tenga el hombre le hacen alejarse para siempre jamás.





Las relaciones entre hombre y mujer tienen sus límites, marcados por uno de los miembros de la pareja o por ambos. Pero esos límites son estrechísimos en los que se refiere a contacto físico o confidencialidad. Pero para que no surjan problemas, las mujeres ponen una pared imposible de franquear. No saben realmente lo que se pierden. Y el control siempre está en ellas. Hasta donde ellas quieran llegar. Pero en cuanto surge la idea en la cabecita femenina de que puede ser peligroso el roce con alguien, sacan a relucir las posturas sutiles. Seguro que se pierden un buen conversador, un confidente discreto o un apoyo desinteresado. Pero no se van a dar cuenta nunca de lo que pierden. Sólo bastaría que gozaran de los momentos maravillosos de su partener, y cuando llegue a la delicada línea que separa lo correcto de lo peligroso, ella es la que podía poner el tope, sin ruptura, sin dramas, sin complicaciones graves. Sencillamente: «Esto no es lo que yo quiero de tu amistad. Te ruego que no sigas por ese camino porque me encuentro incómoda y no me gustaría cortar por lo sano nuestra relación de compañeros» Así de claro, sin dramas. Pero la sutilidad hace que nunca averigüen lo que podía haber pasado.

Hoy en día son las chavalas las que tienen la capacidad de sobrepasarse con los chicos, o de poner sus condiciones, o de declararse a lo bestia y sin rodeos. No tienen problemas, funcionan mejor en todos los aspectos. Al menos se evitan malos entendidos. Porque, muy bien puede pasar, que un hombre maduro interprete las sutiles posturas femeninas como una invitación a traspasar el umbral. Y cuando te aprestas a sacar la llave del bolsillo, salen como alma que lleva el diablo. ¿Por qué? Tengo unas cuantas justificaciones para la postura, pero no vienen al caso. El asunto es que, la mayoría de las veces hombres y mujeres, entre cuarenta y cincuenta, andan dando tumbos con las posturas sutiles en vez de hablar claro, que tiene sus ventajas. No pierdes el tiempo, no creas frustraciones y siempre sabes a qué atenerte.




Muchas mujeres tienen la manía de la bipolaridad: Unos días sí y otros no. Hoy estoy de oferta, mañana no te acerques que te escupo, te piso y si puedo te meo. Depende de por dónde las dé el aire, o de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren. Y, mientras tanto, el pobre pardillo sufre unos efectos devastadores, se le baja la estima y tiene conflictos que le hacen padecer de amigdalitis frecuentes.

Me separo del suelo y razono como lo haría un espíritu elevado. Todos los seres humanos son potencialmente divinos, sólo que ellos no lo saben. En cada ser humano reside la chispa divina del Creador, pero ellos no lo saben. Sólo hay que ver en cada hombre y en cada mujer, la maravilla de la creación y un corredor de fondo que, en un momento determinado, sufre la fatiga del camino. No te importe, ámalos a todos por igual, pero aléjate del que te hiere, te veja, te humilla, o te desprecia. Nadie te obliga a sufrir las consecuencias. Ejerce la capacidad de ser feliz contigo mismo. Si la felicidad no está dentro de ti, no está en ningún otro lugar. No en ninguna mujer, no en el dinero, no en el poder, no en el sexo. Sólo en ti mismo. Considera las posturas sutiles de alejamiento como un juego de niños que algún día acabará por transformarse en un efluvio de amor.

lunes, 22 de noviembre de 2010

DEDICADO A TÍ, MI QUERIDA ENFERMA (POR POCO TIEMPO)

Es una grave responsabilidad cargarse a la espalda con un ser humano. Pero es mayor compromiso hacerlo a sabiendas de que, si hace lo que le dices, todo saldrá bien. Mi profesor de Tai Chi, Juanjo Mendoza, para enseñar, hace un movimiento complicado hasta para los alumnos avanzados, y luego dice: «Y ahora no tenéis más que repetir fielmente mis movimientos, y os saldrá perfecto…» Eso es todo: hacer lo que yo os digo que hagáis y todo sale perfecto. Pero el truco del almendruco exige una situación de implicación total por parte de la persona que lo ve o que lo oye. La mayoría de las veces los pacientes no son capaces, por un montón de circunstancias, de comprometerse hasta las trancas, e implicarse en el problema. Pero si no es así, no se consigue nada. Y nadie dijo nunca que la cosa fuera fácil. Muy al contrario, es asquerosamente difícil. Es lo que hay.


El cuérnago del Carrión en su paso por el parque del Sotillo

Convenimos en que la mente humana es capaz de los mayores prodigios; convenimos en que, puesto que es así, la mente humana también es capaz de ocasionar todo tipo de enfermedades; podemos colegir que la mente humana produce conflictos emocionales y afectivos que son los causantes de las patologías orgánicas. Ergo la mente es la mayor victimaria del Universo. Nada tiene que ver Dios en el afer, aunque millones de personas le echan la culpa de todo sus males. Él, lo único que hizo fue darnos una mente prodigiosa, un cuerpo potencialmente eterno y la capacidad de utilizar ambas cosas para nuestro beneficio. Pero el ser humano tiene una mente oculta, capaz de todos los prodigios, y una mente en superficie capaz de las mayores atrocidades. Muchos piensan en la aberración que supone que una persona quiera causarse a sí misma una enfermedad grave. Naturalmente el mecanismo no es consciente, es absolutamente inconsciente. Nadie se cree que sus conflictos le puedan enfermar, pero es así, y no tiene vuelta de hoja. Si Dios no me manda enfermedades, alguien tiene que ser culpable del hecho, y en ausencia de alguien más implicado en la historia ¿quién queda? Mi asquerosa mente en superficie.

Todo el que esté, aunque sea superficialmente, relacionado con la Medicina Biológica, sabrá que incluso existe una relación de patologías por orden alfabético, relacionadas con los conflictos que las provocan. Yo tuve la paciencia de elaborar una de estas relaciones cuando todavía no existían (cualquier día la sacaré en formato PDF para regocijo de propios y extraños). Y en ella se demuestra fehacientemente que la medicina sí ‘son’ matemáticas, muy al contrario de lo que dicen todos los médicos que están metidos en el royo de la sanidad actual. Estoy harto de oírlo: «La medicina no son matemáticas» Pues, sí, la medicina son matemáticas. Si todo el universo se rige por leyes matemáticas, desde los movimientos orbitales de los planetas hasta la física y mecánica cuánticas ¿por qué va a ser la medicina la única disciplina en el Universo que no se rige por ecuaciones?


El atavío por el suelo

Quiero creer en la buena voluntad de todos los médicos que se rigen por la medicina oficial y están subyugados por su teoría de los protocolos. Pero no hay que ser demasiado avispado para pensar que cada persona es única e irrepetible, que las células del organismo son incapaces de pensar, y que no se puede tratar a dos personas, diametralmente opuestas en sus implicaciones, de la misma forma por el mismo proceso morboso. Y por último, que la mente hace segregar a las glándulas submaxilares saliva con sólo pensar en morder un limón, que te hace cagarte de miedo y que se te ericen los cabellos ante una situación de pánico.

No le echemos la culpa a los médicos, sino al sistema, que actualmente está regido por las multinacionales de la farmacia, ante las que todo el mundo se doblega y todos los gobiernos del mundo rinden pleitesía. Naturalmente este entramado, ante el que nada ni nadie osa oponerse, borra de un plumazo todos los intentos de centrar la atención en la prodigiosa mente humana como causante del 90% de las enfermedades, y que, entre otras cosas tiene la sublime capacidad de fabricar todo tipo de productos analgésicos, euforizantes y anticancerígenos.

domingo, 21 de noviembre de 2010

PREDICADOR EMBUSTERO

Ayer leí un párrafo con el me identifiqué absolutamente. Tomo buena nota y procuro enmendarme. El párrafo decía:

“…El fuego de entusiasmo que la verdad ha prendido en ti no debe apagarse en palabrerías, ni en tratar de reformar a tus amigos y parientes, ni en evangelizar al mundo con el mensaje de Cristo…Sólo eres responsable de cambiarte a ti mismo. Demuestras tu soberbia si pretendes estar en posesión de parte de la verdad sin haberla asimilado y entendido con toda lucidez, y la pregonas a los cuatro vientos, deseando que todos te rindan honores por tu sabiduría. No caigas nunca en la tentación de convertirte en un predicador embustero”.


El paseo a orillas del río.

Es verdad. Siempre he tenido la propensión a actuar con vehemencia queriendo transmitir las cosas que me han servido para equilibrar mi mente y sanar mi cuerpo. Pero, efectivamente, no tengo derecho a reformar a nadie. Siempre he dicho, y lo mantengo, que yo no doy consejos sin que me los pidan. No voy por ahí diciendo. “Lo que tú tienes que hacer…”, o “Si me haces caso…”, o “Con esa actitud no vas a ninguna parte…” Suelo ser respetuoso. Sólo me ofrezco, pero no insisto en absoluto en que me escuchen o en que me crean. Ni con mis amigos, ni con mi familia. Pero he caído en la añagaza del blog, en el que no obligo a nadie, ni a leerlo, ni, una vez leído, a creerlo o a ponerlo en práctica. Pero ahí está, y mis criterios son bastante acordes con: “Demuestras tu soberbia si pretendes estar en posesión de parte de la verdad sin haberla asimilado y entendido con toda lucidez…” Realmente la he asimilado y la he entendido. Pero mi naturaleza humana es blanda, maleable y cambiante. No me levanto un día exactamente igual que otro, y, en ocasiones, mi indignación conmigo mismo me hace tener necesidad de sacar de dentro mi fuego y mi espada. Sé que estoy luchando contra mi naturaleza. Pero como decía Pedro al ser requerido por el Maestro sobre la naturaleza de su amor por Él: “Señor, Tú me has hecho de esta naturaleza. Tú puedes amar incondicionalmente, pero no me pidas que yo sienta Tú amor divino con mi naturaleza humana”.



Regatos del cuérnago.

He aprendido hace muy poco, que si somos conscientes de nuestras limitaciones, ellas se harán presentes en nuestra vida. Sólo siendo conscientes de nuestra naturaleza divina, ésta se hará presente en cualquier momento en nuestro día. Sólo reconociendo la perfección divina en todo lo que nos rodea, llegaremos a excitar nuestra glándula pineal, para conseguir otra visión de las cosas; la visión que hará perfecto a todo ser que habita en este mundo, y a nosotros a imagen y semejanza de Dios. Poco a poco.

Yo seguiré expresando las ideas de las que estoy convencido, sin obligar a nadie a creerlas, ni a experimentarlas. Simplemente he escogido este medio de transmisión porque me permite sacar de dentro lo que tengo, y contarme a mí mismo lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, ni pensar, ni decir. A veces caigo en la trampa de los poderes fácticos. Cuando me doy cuenta de que todo lo que pasa, tiene que pasar, y que yo escogí en el paquete de mi viaje todos los extras, cierro los ojos y doy gracias por que me hayan dejado escoger; alabo al Altísimo en su inmensa Gloria, y procuro sacar de mi interior el amor total e incondicional que todavía no tengo.




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