domingo, 13 de noviembre de 2016

VIDA


    
Vivo muy bien. Tengo lo que necesito, a pesar de que estoy abierto a recibir mucho más de lo que necesito. Tengo respeto y amor de mi pareja. Tengo una casa confortable, 4 gatos, una cocina en la que me relajo y mucha gente que me aprecia. Algunos creo que que…hasta me quieren.


Tengo la suficiente edad para decir lo que me apetece, a pesar de la gentuza que se siente afectada y me incoa expediente administrativo por transcribir en Facebook los textos de los demás. Voy a seguir contando mis experiencias, mis vivencias, mis anhelos y mis más íntimas ideas. Simplemente porque me da la gana, y al que no le guste, ya puede pensar en ir incoando muchos expedientes administrativos. Gustosamente gastaré mi cuantiosa fortuna en pagar las multas de estos sandios, tontos útiles, que por ‘nada’ son capaces de vender a Jesucristo por 40 monedas de plata.

Tengo que confesar. no sin rubor, que llegué a Palencia en el año 78 para hacerme cargo del Servicio de O.R.L. de la Residencia Lorenzo Ramirez. Desde esa fecha, por h o por b, no han parado de darme por el culo; de una manera o de otra; desde quitarme la plaza de Jefe de Servicio, que por derecho me correspondía, hasta jubilarme a destiempo, no darme nunca ni un solo adjunto que pudiera ayudarme en mi labor médico-quirúrgica, no pagarme las guardias localizadas, incompatibilizarme por el artículo 23, echarme literalmente y sin demostrar nunca ningún motivo plausible, de la compañía de seguros médicos adeslas, que me proporcionaba el 80% de los pacientes que recibía en mi consulta, etc., etc.

Posiblemente yo me lo programé para pagar, quién sabe si un karma adquirido en otra vida; pero me lo programé muy jodido. Vine a lavar mi alma a una bella ciudad, a orillas del Carrión, que estaba, muy a pesar mío, llena de palentinos, que cumplieron fielmente con su cometido. Nunca pude montar un servicio como el que, en Madrid era referente de todo el noroeste de España, incluida Palencia. Nunca pude hacer nada notable porque nunca me lo permitieron. Pero os aseguro que hay vida fuera de Palencia; hay hospitales, sólo a 45 km, que son modélicos en dirección, actuaciones, normativa, trato y ejercicio profesional. Hay mucha vida fuera de Palencia; sólo lo sabe el que viene de fuera o el que se va muy lejos y vuelve a la "tranquilidad de la charca". 

Es interesante, de vez en cuando, tomar perspectiva y darse cuenta de lo que aquí se cuece, al margen de toda consideración organizativa, normativa, académica o solidaria. Aquí hasta las ONGs están contaminadas. La negatividad, el desorden, la anarquía, el caciquismo y la molicie, se extienden como la niebla que a veces se levanta a orillas del río, contaminando a todo lo que engloba.

Hay gente buena: tres o cuatro, por la que merece la pena luchar...pero poco. Ya a estas alturas uno pierde la esperanza de transmitir a los demás lo que uno ha aprendido. Paz y bien para esta ciudad maravillosa, llena hasta las trancas de palentinos.


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