miércoles, 30 de mayo de 2012

TENDIENDO A LA EXCELENCIA





A la pregunta obligada de: «¿Qué tal estás?» Sigue, indefectiblemente, una contestación negativa: «Pues mal... ¡Con la que está cayendo…!» o «Jodido ¿Cómo quieres que esté? ¿O es que tú estás bien?» o «Sobreviviendo» o «Capeando el temporal»…Lo extraño, inusual e insólito es oír una contestación positiva. No sé quién, ni dónde inventó aquello de: «Yo, cuando me preguntan qué tal estoy, siempre digo que bien. Si es un amigo se alegrará; si un enemigo se fastidiará. En cualquier caso sabré que la contestación ha satisfecho mis intenciones». Tiene su ‘puntillo’, la verdad. Pero la contestación por excelencia, “La Contestación”, la ha elaborado Juanjo Mendoza, nuestro instructor de artes marciales, que, siempre que le preguntan ¿Cómo estás?, contesta: «Entre bien y excelente». Todo el mundo se sorprende, se sonríe y la mayoría la adopta para prodigarla por ahí.
Yo, sin ir más lejos, siempre contestó de esta forma a la pregunta ¿Qué tal estás?: Entre bien y excelente. Pero últimamente Juanjo ha introducido una coletilla que suma a la contestación de siempre: «Entre bien y excelente, y mejorando» ¡Toma calidad de vida! Y, encima, mejorando ¿Qué más se puede pedir?
El punto entre bien y excelente es, muy bien, y si mejoras pronto llegarás al excelente. Pero está bien darle el puntillo de dinamismo a la contestación. Eso quiere decir que no estás quieto en el muy bien, porque te mueves constantemente hacia la excelencia. Es similar al «Progresa adecuadamente» de las evaluaciones de la enseñanza primaria.
Pues claro, hombre. ¡Siempre quejándose y contando penas!... Alguna vez hay que ponerse positivo y contestar algo que resuene en una frecuencia alta y vibrante, que mejore la situación progresivamente. Porque esa es otra. Las palabras tienen su vibración propia, unas positivas y otras negativas. Y el tono es importante. Si emites una palabra con vibración negativa y encima la gritas, el coctel puede ser explosivo. Si, por el contrario, hablas con palabras de vibración positiva y las susurras, todo el mundo se relaja y se siente bien en tu presencia. Si es eso lo que pretendes no pierdas tiempo y empieza a pensar qué vas a decir y en qué tono antes de hablar.
Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, ¡Cállate!
lu4e.




1 comentario:

  1. Parece que el que se hable todos los días de noticias negativas en los telediarios nos afecte hasta en el simple saludo de cortesía.
    Pero para que veas cómo están las cosas, me contaban hace poco de uno al que a la pregunta de '¿Qué tal?', él respondía 'Puf, ya sabes, es que con la crisis, y tal...' Total que, mucha crisis, pero el hombre en cuestión y su hermano se iban a ir a Bucarest a ver la final de la Europa League... ¡Que nos den esa crisis a los demás! Un abrazo.

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