Dr. Dn. Pedro Cavadas
ESTOY HASTA LOS TESTES
Estoy hasta los dídimos
del inútil, bobo de baba, estúpido, tardo, elato y encantado de haberse
conocido de Leo Messi. Estoy hasta las criadillas de que estén tocando la
‘mandorla’ al público en general, yendo al entrenamiento con un automóvil de 30
millones de pesetas y exhibiendo su casoplón de 400 metros cuadrados, en estos
momentos de alarma general y de paro esquizoide, que está dejando a mucha gente
pendiente de lo que comerá mañana.
Estoy hasta las turmas
de Cristiano Ronaldo, de su sueldo hiper-mega-fantásticamente millonario, de
sus coches, de su novia y de sus casas. Verdaderamente me rebosan, me indignan
y me llenan de estupor sus salidas de tono, sus tristezas y sus tonterías de
incultos, malcriados e ineducados.
Para su escarnio
deberían de saber la nómina de los científicos de España, de los cirujanos que
salvan vidas a diario, de los trabajadores que tienen sobre sus espaldas tantas
responsabilidades como la de llevar a buen puerto a un vuelo de 300 pasajeros,
o la de tantos trabajadores sociales que aprovechan la noche para vigilar la
tranquilidad de nuestro sueño.
Para su crecimiento,
deberían de considerarse privilegiados, en el amplio sentido humano de la
palabra, de, a su escasa edad, tener una cantidad de dinero que supera en mucho
el producto interior bruto de muchas ciudades, y hasta de muchos países.
Para su evolución deberían
de enterarse de que no se van a llevar al otro mundo ni una sola peseta de
todas las que han acumulado durante su inútil vida, que lo único que ha
conseguido es fomentar, en alto grado, el fanatismo absurdo de la gente que, al
no tener una referencia espiritual fuerte, se agarra al clavo ardiente de estas
cabezas estúpidas con cuerpos ágiles.
Aducirán, habitualmente
los que viven a su sombra, que generan unas cantidades de dinero increíbles, que
son el máximo exponente del ocio y del tiempo libre de miles y miles de personas;
que son su único consuelo –el que es del Barcelona, aunque el Barcelona F.C.
sea la imagen de marca del independentismo catalán, vive feliz con algo que es ‘mes
que un club’.
Pero es sólo la medida
de la mediocridad en la que han metido, a la trágala, a la gente. ¡Vaya
estúpido entretenimiento el contemplar como 22 mercenarios, vestidos ridículamente
–que es lo que son todos– corren desesperadamente tras de un balón para,
con mayor o menor habilidad, intentar colocarlo dentro de los límites que
enmarca una zona vigilada por un estulto que está quieto durante los 90 minutos
que dura un encuentro! ¡Y el que más goles mete en la zona vigilada por el
portero contrario, es el que gana! Si se mira bien, es una de las mayores
patochadas que se han inventado para perder el tiempo.
El Doctor Don Pedro
Cavadas es el jefe de la Unidad de Cirugía Reconstructiva de la Fundación Pedro
Cavadas. Está en funcionamiento desde marzo de 1996. Durante este tiempo, ha
realizado 12.128 intervenciones, de las que el 71 por ciento eran
reconstrucciones del miembro superior, el 24 por ciento eran del miembro
inferior y el 5 por ciento se dedicaron a reconstrucción oncológica mamaria,
reconstrucción de tronco y craneofacial.
Asimismo, esta
Fundación ha llevado a cabo un total de 326 reimplantes en los últimos 10 años.
De ellos, el 99 por ciento correspondieron al miembro superior, y 210 fueron
revascularizaciones en amputaciones incompletas. El éxito en reimplantes ha
sido del 98 por ciento, mientras que ha sido del 99,8 por ciento en
revascularizaciones. Además, el equipo médico ha realizado 491 colgajos
microvasculares, con un 98,5 por ciento de éxito. El número de procedimientos
microquirúrgicos en nervio periférico asciende a 934.
Esta Fundación ha
aplicado de forma ininterrumpida la cirugía reconstructiva como actividad
asistencial. En concreto, estas intervenciones se han centrado en patología
traumática aguda y secuelas, con especial dedicación a la microcirugía
reconstructiva.
Ninguno de los miembros
de su equipo tiene un automóvil de más de millón y medio de pesetas. Y ninguno
tiene una casa de más de 150 metros cuadrados. Todos, por el contrario, tienen
en sus espaldas, la responsabilidad de los cientos de pacientes que se acuestan
en sus mesas quirúrgicas. Pero esto es ‘lo normal’ para el común de los
mortales que, lo anormal, lo galáctico, lo sublime, lo digno de admiración, de
verdad, de verdad, son Messi y Cristiano; Cristiano y Messi.
¡Vayan ustedes a la
mierda! Eso sí, con todos mis respetos. LU4E.
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