miércoles, 3 de octubre de 2012

CURACIÓN


Interesan los consejos culinarios. Es así. La cocina interesa más de lo que yo me imaginaba. Hablo por las estadísticas de mis páginas de blog. Lo más visto es ‘El código curativo’, seguido de cerca por los ‘Consejos culinarios’. Y como yo escribo para vosotros…quizá esto sea muy presuntuoso por mi parte…hubo un tiempo en el que pensé que yo no tenía derecho a deciros lo que tenéis que pensar, hacer o decir…Gente que estaba mejor y vivía más feliz a costa de mis escritos, me decidieron a seguir haciéndolo. Y aquí sigo, unos días sí y otros no, como todo el mundo.

Continúo…Como yo escribo para vosotros, es justo que os diga lo que queréis escuchar. Y como lo más de lo más, es ‘La curación’, hoy me pone decir lo que pienso con respecto a la curación.

Bien es sabido que me enloquece el aspecto mental involuntario de la enfermedad. Escribo y escribo sobre el mismo tema, con la esperanza de que alguien recoja las ideas y mejore su estatus físico y espiritual. Me apresto, entonces, a escribir sobre un asunto que me encanta: La auto-curación.

Opino, que, puesto que la enfermedad nace de un conflicto emocional en el que, por supuesto, interviene de una manera decisiva la mente, también su terminación tiene que apoyarse, por el mismo motivo, en la mente. Si yo soy el que pienso y, por ende, me proporciono mis disgustos, que, a su vez, me enferman, debo de ser yo el que, en posesión de la verdad eterna: «Vives como piensas», ponga en marcha los mecanismos mentales para curarme.

Auto-curación

Tiene tres apartados fundamentales:

a)      Conocer la verdadera causa de mi enfermedad

b)      Reconocer que, esa, es verdaderamente el origen de mi patología

c)      Curarme. Si quiero curarme...

 Conocer la verdadera causa de mi enfermedad

No me refiero al diagnóstico médico; ese que emite cuando, después de haber hecho una serie de pruebas analíticas, radiológicas y anamnésicas, nos dice lo que, a su juicio, padecemos. No. Me refiero a las causas emocionales que han dado origen a nuestra enfermedad. Aquello que, vivido intensamente y habitualmente en soledad, nos ha tenido muy preocupados, sin sueño y temerosos. Aquel conflicto emocional que ha desencadenado los procesos morbosos que han acabado en la patología, más o menos grave, que padecemos.

*Anamnesis (del griego αναμνησις, anámnesis = traer a la memoria) significa 'recolección', 'reminiscencia', 'rememoración'. La anamnesis en general apunta a traer al presente los recuerdos del pasado, recuperar la información registrada en épocas pretéritas

Es diametralmente opuesto para el paciente, encontrar a un médico que le diga:

-          «Usted, querido amigo, tiene una amigdalitis aguda, porque ha cogido frío…o porque se la ha pegado su hijo de corta edad…o porque ha bebido algo helado…etc. De manera que tendrá que tomar este antibiótico y hacer gárgaras con un antiséptico»

A encontrar a otro que se exprese en estos términos:

-          «Usted, querido amigo, tiene una amigdalitis aguda, porque tiene un conflicto emocional llamado: ‘No puedo tragar la situación’. (No aguanta a su jefe; no le llega el dinero para acabar el mes; ha discutido gravemente con su esposa; no le gusta lo que hace su hijo…) y eso le ha provocado su amigdalitis. Así que haga unas gárgaras con este antiséptico; si tiene fiebre, un antipirético y, sobre todo, intente revertir esa situación emocional.

Reconocer que, esa, es, o puede ser, la verdadera causa de su enfermedad

Una vez escuchado al segundo médico: aquel que le ha dicho que su amigdalitis está provocada por un conflicto llamado: “No puedo tragar la situación”, reconocer que es verdad. Y por último:

Curarse

La curación es responsabilidad de las glándulas de secreción interna, que mantienen la homeostasis en unos términos adecuados para sustentar un estado de salud corporal. Las mismas que en una situación de emergencia segregan adrenalina y cortisol, para preparar al organismo para la defensa, para el ataque o para la huida. Pero esta secreción interna no está decidida por las propias glándulas, sino por el cerebro que, a su vez, responde a los mandatos de la mente: Tengo miedo y se me eriza el cabello, aumento el peristaltismo intestinal y relajo los esfínteres.

*Homeostasis (del griego homo (ὅμος) que significa "similar" 1 y estasis (στάσις) "posición", "estabilidad") es la característica de un organismo vivo, mediante la absorción de alimentos y vitaminas (metabolismo) y regular las funciones que existen dentro de él, para mantener una condición estable y constante. La homeostasis es posible gracias a los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulación.

Y, naturalmente, todo este tejemaneje glandular, no lo decido yo de una manera voluntaria, sino el conflicto mental que yo no controlo a nivel consciente.

El cuerpo humano tiene un sublime poder de regeneración orgánica y de curación, pero hay que dejarle cumplir con sus funciones. Si estoy tensionado, conflictivo y estuporoso, no dejo que la mente se relaje y, por tanto, el cerebro está emitiendo ordenes constantemente a todos los órganos, y casi siempre son contradictorias y agresivas. Si mantengo la mente moderadamente pacífica (dentro de lo que soy capaz), estas órdenes agresivas y contradictorias no se emitirán, y el cerebro se dedicará a lo que debe: Reparar los procesos orgánicos mediante la emisión de órdenes precisas y positivas.

Por tanto la curación está basada en la tranquilidad y la paz mental. En no pensar, en vivir intensamente el momento, en crearse una filosofía basada en: «Si tiene solución, no te preocupes; si no la tiene, no te preocupes…simplemente ocúpate» Y tantas otras consideraciones que ya os he dicho, pero sobre las que incidiré poco a poco.

Todo esto no tiene efecto en las personas que utilizan la enfermedad para chantajear emocionalmente a la pareja, a la familia y a los amigos, o aquellas que la utilizan para extorsionar a las instituciones, con deseos de renta económica.
 
 

 LOU4E

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