martes, 28 de febrero de 2012

ELLOS QUIEREN TENER RAZÓN POR ENCIMA DE TODO




- «¡Tú eres bobo…!»
- «Pues, anda que tú.»
- «Pues tú más.»
- «¿A que te meto…?»
- «¿A que te meto yo a ti, tronco…?»

Y así indefinidamente hasta que uno de los dos cede o se lían a bofetones. El caso es querer tener razón, quedar encima como el aceite del agua, o caer de patas como los gatos. El caso es no callar a tiempo. ¿Qué trabajo te cuesta callarte? ¿Qué demuestras discutiendo? ¿Te crees más inteligente, más avanzado, más evolucionado por discutir; por querer tener razón?

Es una de las cualidades negativas del ser humano: el afán por tener razón, o la contestación a guisa de justificación. Siempre quieres tener razón o tratas de justificarte cuando, en realidad, no tienes ninguna justificación. Pero tú, erre que erre, a demostrar, o a intentar demostrar que eres fantástico, sublime, inteligente y sabio. Cuando en realidad eres otro más en el lote de mortales, que no sabes nada de nada y ni siquiera te das cuenta del hecho.

Porque ¿Qué te crees que sabes? ¿Tienes algo por absolutamente cierto? ¿Para qué te sirve lo poquísimo que sabes? ¿Para trabajar de sol a sol por un sueldo que posiblemente no te permite ni pagar la hipoteca de tu pisito de 70 m² en un barrio periférico? ¿Eso es lo mucho que sabes? Relájate, formas parte de la basca que se cree que lo que tiene que hacer es tener en vez de ser. Que se cree que hay que trabajar lo menos posible con el máximo rendimiento. Que tiene necesidad de evadirse de este estado de cosas sumiéndose en un estado alterado de conciencia para no pensar en la que tiene encima…Otros se creen muy listos porque no dan ni golpe y viven como curas, y no se dan cuenta de que son las circunstancias y no ellos las que deciden.

Porque ¿Hay alguna verdad incontrovertible? ¿Existe alguna verdad absoluta? Cada cual tiene su verdad y por ella se rige, pero es mentira. Ni siquiera la ciencia con sus experimentos respeta las verdades que han regido la vida de la humanidad durante siglos. De buenas a primeras alguien demuestra ‘científicamente’ que la tierra no es el centro del Universo, que lo que pasa es que gira alrededor de un astro, mucho mayor que ella, llamado Sol, que la presta su luz y su calor. Que las teorías de Newton, por las que se rige la ciencia actual, están obsoletas. Que ahora lo que mola es la ‘Cuántica’

Pero, no, tú vas y quieres demostrar que eres tú el que descubrió la pólvora, con argumentos que no se sostienen de pie aunque los apuntales. Y opinas sobre cualquier concepto: Religión, política, deporte, educación de los niños, etc. ¡Estás de los nervios! Pero siempre hay un roto para un descosido. Y ese fulano que quiere estar en posesión de la verdad siempre tiene acólitos a su derredor, que como satélites giran en su órbita y les dicen a todo que sí, y les consideran como lo más de los más; de lo bueno lo mejor.

Cuando mi hija publicaba a viva voz alguna aberración sobre cualquier materia, yo no discutía; me encaminaba a Google, tecleaba: Enciclopedia Espasa pdf (os juro que existe) y la enseñaba el resultado de mis pesquisas, que difería un tanto de lo que ella creía. Así se acababa la discusión. Ella ha aprendido a callarse y antes de emitir un juicio asegurarse de lo que dice ¡Qué bueno, tú! Aprender de los ejemplos de gente más experimentada que siempre hay a tu alrededor es fantástico. Yo siempre estoy abierto a aprender de los que saben más que yo.

Yo nunca quiero tener razón, quiero ser feliz.

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