miércoles, 15 de febrero de 2012

LA TERTULIA




LA TERTULIA

El número de los tipos extraños es infinito como las estrellas del cielo, y en un bar de copas abundan, posiblemente, más que en cualquier parte. Mi querida amiga Rocío, propietaria de uno de estos bares de copas, tiene montones de anécdotas de gente friki, extraña y absolutamente incomprensible. Yo he presenciado hoy una escena que verdaderamente me ha dejado atónito, pero tengo la capacidad, fruto de mis muchos años de trato con pacientes, de no extrañarme por nada y seguir la sinrazón de cualquiera de estos tipos raros.

Andábamos Rocío y yo cerniendo en su ordenador portátil y otro amigo de ella, de tercero en concordia, cuando, inopinadamente, se dirige a nosotros un chaval de veintipocos años en estos términos:

- ¡Hoy acabo de recibir la alegría más grande mi vida: Dentro de dos meses se jubila un catedrático de mi facultad. Y estoy tan contento que voy a organizar una fiesta por todo lo alto!
- ¿Aquí? –le pregunto yo, porque alguien tenía que decir algo entendible.
- No, en Alicante.
- Hombre ¿Y por qué no aquí? –Insisto ya convencido de que él no conocía en profundidad a ninguno de los que estábamos allí.
- Bueno, pues una en Alicante y otra aquí…

Sale a la calle a fumar, y el tercero en concordia comenta que vaya imbécil que está hecho el pavo. Rocío lo corrobora, pero como es una profesional como la copa de un pino, deja colgada la conversación en ese punto. Yo me permito el lujo de meter baza para quitarle hierro al asunto. ¿Qué demontres nos importaba a nosotros su historia con el catedrático?...En vez de ese ‘humo mental’, podría habernos deseado muy buena tarde, o habernos dado una bendición, o habernos ofrecido un caramelo, o, simplemente haberse callado.

Y de estas, mil. Mi querida amiga Rocío me va a contar anécdotas de este pelo, ocurridas en “La Tertulia” –que así se llama el pub–, para que os las refiera a vosotros y hagáis cuatro risas, que falta os hace.
Todos los lunes y miércoles, desde hace mucho tiempo, vamos a tomar una tisana a “La Tertulia” entre clase y clase, con mi profesor Juanjo Mendoza; y durante ese rato gozamos de la compañía de mi querida amiga Rocío, que, además de servirnos de una manera impecable, a veces echamos parrafadas bastante sustanciosas. A partir de las 20:00 acompañan a la copa con una tapa tan excelente como el trato de la dueña. Y así no hay forma de dejar de ir en cuanto tenemos ocasión. ¡Va por ti, mi querida amiga Rocío!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...