Seguimos con las joyas
números 7, 8 y 9.
7.- El álbum
de los momentos sublimes. Es el nombre de uno de los cursos de
chamanismo, de Agustín Delgado Orea, que hice un par de veces. Ya sabéis de mi
compulsión a agotar las posibilidades de acumular conocimientos hasta la
saciedad. De éste hice dos, pero de Dimensión Alfa (variante de Silva Mind Control),
impartido por Pilar Sevilla, me metí 14 en vena y sin anestesia.
Esta propuesta es que
tengáis un álbum donde coleccionéis momentos sublimes de vuestra existencia en
el planeta. Basta con sentarse un día con papel y bolígrafo, poner el registro
en positivo y tener la voluntad de recordar aquellas anécdotas de vuestra vida
que os llenaron de sentimientos de paz, dicha, felicidad, plenitud, mariposas
en el estómago, lágrimas de felicidad, ganas de saltar, besar y abrazar.
Rescatar estos momentos
os llenará de sonrisas y culebrillas por la espalda. Y, al igual que en aquellas
ocasiones os hicieron rebosar de felicidad, también os rescatarán en los
momentos bajos. Buscad en los cajones, en los álbumes, en los libros, en las
carpetas, fotografías, escritos, cartas, recuerdos de aquellos momentos y pegarlos
en posters colocados a tal efecto en cualquier pared de la casa, en lugar visible, para que os
recuerden, a cada mirada, momentos preciosos e irrepetibles, pero que remueven
los sentimientos igual que en el momento en el que se produjeron. Llena tus
paredes de belleza.
8.- Sé
amable con la gente que te rodea, con la que convives habitualmente o no. Una
sonrisa nacida del corazón es muy gratificante y en ocasiones sanadora. Dirígete
a la gente con amabilidad y respeto. Inicialmente todo el mundo, a no ser que
sea muy inculta o muy zafia, agradece el tratamiento de ‘usted’. Todavía no
comprendo el tuteo despiadado que ejercen muchas personas en comercios,
transportes públicos y contactos esporádicos. La simple educación –de la que
carecen en gran medida muchos de los jóvenes– indica que se debe de tratar a la
gente con respeto si quieres que la gente te respete. Y una de las máximas en
España es dirigirte a los demás de usted si no te han sido previamente
presentados.
Otra compulsión es
despreciar las fórmulas de educación y cortesía: Por favor y gracias. ¡Que
distinto es dirigirse a un camarero (que entre otras cosas, en ese momento está
a tu servicio) diciendo: Por favor ¿Nos
pone dos cañas? A oír: Ponme dos birras…!
Saluda a la gente
conocida y cruza sonrisas con la gente que se meta en tu campo visual. Ser
amable con la gente, estate presto a la ayuda desinteresada, abraza a tus
amigos y a tu familia y diles frecuentemente que les quieres. Si tú agradeces
todas estas formas de educación, respeto, consideración y amor, considera que
los demás también.
9.- Usa
zapatos cómodos. Sabéis cómo agria el carácter, descompone el semblante
y distorsiona la figura, llevar unos zapatos dolorosos. No compensa utilizar por
coquetería unos zapatos chulos, si pasáis la velada atormentadas/os de mala
manera. Hay mujeres –sobre todo esto pasa en damas– que ya van espabilando, y
cuando salen de ‘marcha’, se llevan en el bolso unas francesitas muy cómodas,
para calzárselas cuando ya ha pasado el momento de deslumbrar con el atuendo.
Mañana más y mejor.
la sonrisa es la puerta del alma hacia el mundo, da tu mejor sonrisa hasta en las circunstancias mas adversas el universo el projimo y tu mismo seras mas feliz
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