miércoles, 10 de febrero de 2010

EL SOTERRAMIENTO DEL TREN EN PALENCIA

Reproduzco, sólo en parte, un artículo de un diario de difusión nacional, que alude al arroyo de Villalobón, cuyo cauce produce dos efectos curiosos: inundaciones periódicas y retraso del soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad de Palencia. Y ambos efectos han repercutido, de una manera y otra, en las autoridades provinciales, en la figura del alcalde Gallego, y nacionales, en dos ministros de fomento.

Para evitar las inundaciones que provoca el malhadado arroyo –menos mal que no se trata de un rio en condiciones- Se han invertido seis millones de euros en hacer un desvío de muy dudoso trazado. Una vez efectuado, interfiere gravemente en el soterramiento de las vías a su paso por la capital. Ahora, para solucionar este segundo problema, ocasionado por la falta de previsión del desvío, se sacan de la mangan la perentoria necesidad de enterrarlo fabricando un túnel de 5 km que costará al erario público la suntuosa cantidad de 54 millones de euros.



“Y una de esas incógnitas era la que presentaba el arroyo de Villalobón, sobre todo a raíz de las inundaciones que provocó en el barrio de Pan y Guindas -precisamente hoy se cumplen 12 años-. Este pequeño cauce fue desviado por el Ayuntamiento con un coste de 6 millones de euros, pero el encauzamiento actual resulta incompatible con el desarrollo del soterramiento del tren. Las dificultades han supuesto verdaderos quebraderos de cabeza para la Sociedad Palencia Alta Velocidad, pero finalmente el estudio informativo elaborado por el Ministerio de Fomento, en coordinación con el de Medio Ambiente y con la Confederación Hidrográfica del Duero, parece haber encontrado la solución.


El arroyo de Villalobón discurrirá por un encauzamiento (a lo mejor quisieron decir cauce o canalización; encauzamiento suena a culo) exterior de seis kilómetros de longitud total, de los que cinco kilómetros serán en túnel en mina -con una sección circular de 5 metros de diámetro- antes de desembocar en el río Carrión para cruzar bajo el ferrocarril y la autovía de circunvalación.




El coste estimado para las obras del desvío del arroyo se elevan a 54 millones de euros, que unidos a los 292,6 millones en los que se han calculado las actuaciones para la integración del tren integradas en el estudio informativo suman los ya 346,6 millones de euros estimados en el protocolo de colaboración que se firmó en marzo del 2008.

Todo este baile de millones e ideas estultas, sirve para manejar el proyecto del soterramiento con fines electoralistas: “Puedo prometer, si salgo elegido, que en mi próximo mandato se llevará a efecto el soterramiento del ferrocarril”. Pero como el soterramiento es una auténtica entelequia, porque su costo no es asumible -sólo lo sería si se tratara de una obra nacional que proporcionase votos a estos niveles, no a un alcalde provinciano-, pues no se va a llevar a efecto, nunca, jamás de los jamases. Y, además, se trata de mantenella y no enmendalla, porque hay alternativas al soterramiento. Naturalmente que las hay. No descubro América cuando lo digo: Hace años que se exhibió un plan de elevación del ferrocarril que era mucho más fácil –no tenía el problema del dichoso arroyo de Villalobón- y muchísimo más barato. Los 346,6 millones, que, según el artículo precedente, se estiman en el protocolo de colaboración que se firmó en marzo del 2008, se podían bajar a la mitad o menos. Pero entonces, ya no sería electoralista, y sí sería fácilmente realizable.



Yo mismo, con mi afán de enterarme del nivel de estulticia del gerifalte (5ª acepción del RAE), le pregunté al corregidor de la ciudad por el asunto de la elevación en vez de soterramiento. “Nadie lo ha pedido. La verdad, hace años que se presentó un proyecto, pero no gustó” -me contestó- . No gustó porque era una auténtica chapuza, sin gusto, sin clase y sinsorgo, y, además no convenía a los planes municipales del partido socialista. Vosotros, tan listos, capaces de cosechar votos en los eriales, y que nazcan brotes verdes. Vosotros, que hacéis cuanto os viene en gana sin ninguna oposición, actuando a golpe de ley y mayoría parlamentaria ¿por qué no encargáis un proyecto de elevación del ferrocarril a Fank Gehry, Normas Foster o Calatrava? Por ejemplo. Incluido el proyecto, no costaría tanto como la irrealidad de gastarse tantos millones por una mierda de arroyo que se puede saltar con cuatro pilares.

La obra, aparte de otro tipo de consideraciones, podría constituirse en un emblema de la ciudad y ser el ejemplo de otras poblaciones que están debatiendo el mismo problema.

Yo tengo en mente un viaducto que sustentaría todo el entramado de raíles, con unos pilares tipo Calatrava, y el espacio que ocupasen los dos trenes, en ambos sentidos, encerrado en una estructura de cristal autolimpiable, para que los pasajeros pudieran contemplar la ciudad y sus bellezas desde lo alto. No me cabe duda, que cualquiera de los tres arquitectos, diseñarían una obra magnífica y estupefaciente.

De los doscientos y pico millones de suelo liberado, que iban a producirse con el soterramiento antes de la crisis, ya no queda nada, de nada. Y de la posibilidad real del soterramiento, menos, de menos. La sociedad Palencia Alta Velocidad, es un bluf que te rilas y el empecinamiento en soterrar en vez de elevar, absolutamente electoralista por lo inviable, tanto técnica como económicamente. Y ahora con las restricciones, todavía más. ¡Que no vuelva a oír hablar nunca más de chorradas como estas, esgrimidas por políticos ante la proximidad de las elecciones, porque, me levanto y…..luego me vuelvo a sentar!.

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