lunes, 22 de marzo de 2010

EL QUE NO LLORA, NO MAMA



No os lo vais a creer, pero ya tengo tres seguidores. Ya os dije que cerniendo, me incluí en la lista y ahora no sé cómo borrarme. En realidad son dos... El caso es que no hay más que pedir para que alguien salga al paso de tus requerimientos en cualquier orden. Uno piensa que, si pide, jamás le van a conceder sus deseos, pero si no pides, nunca sabrás cómo acaba la película. Por vergüenza, por timidez o por orgullo, la gente no pide, juega al fallo. La mayoría de las personas, vinculadas o no a ti, por afecto, matrimonio o parentesco, piensan que uno ya debe saber los requerimientos del otro en cualquier sentido, y si no se ven complacidos, se cabrean muchísimo y, unas veces lo demuestran visiblemente, y otras ponen mohines, se callan o te ignoran para demostrarte que están muy enfadados por tu olvido u omisión. Y, digo yo ¿no sería mucho más fácil pedir lo que quieres, que esperar que el otro adivine tus pensamientos? Pues debe ser que no, porque, una vez planteado el capricho en la mente, esperamos que el contrario tenga el don de la clarividencia y vea, como en una pantalla a todo color, el objeto de nuestros deseos.








Todo en la vida tiene fases y gradientes. El: “Tú debías de saber lo que yo quiero…” se agudiza en dos ocasiones, hasta hacer saltar la armonía por los aíres. Una de ellas es la proximidad de una fecha señalada, como un cumpleaños o un aniversario. La otra, las apetencias sexuales en cada momento. En el primer caso, más vale que te acuerdes porque, de lo contrario, vas a tener bronca, y de las gordas. A lo mejor con una duración de un par de semanas o un mes, durante el que tratarás de complacer en todo y hacer méritos para que se olvide del olvido (valga la rebuznancia). En el segundo, siempre se da por entendido que, después de una larga temporada de convivencia, la parte complementaria debe estar enterada de nuestros gustos en materia de erotismo. Pero ¿Siempre igual? Yo me olvido de mis gustos y se me ocurren cosas nuevas y me surgen caprichos impensados que, si no expreso, se quedarán insatisfechos. ¿Voy a saber yo, pobre mortal, lo que en cada momento desea mi partenaire en materia sexual? ¿Y si hoy no le apetece por aquí, y, sin embrago lo desea por allá? Pero no lo piden; les parece que demostrar cierta iniciativa en la cama está mal visto o es de ‘guarrillas’ –como dice mi hija- Pues, muy bien, te vas a quedar sin lo que quieres, pero, además de sentirte muy mal, te vas a frustrar, y la frustración es el principio de todo conflicto de pareja.








Si pides sin miedo, puede que no te lo den, en cuyo caso no tienes que dejar que surja el enfado, porque, previamente, debes de haber formalizado tu esquema mental para no crearte expectativas. Y si te lo dan, pues mira que bien, eso que llevas por delante. Fundamentalmente, te apoyo a que pidas lo que quieres, pero sin crearte expectativas, repito. Si no pides, no esperes que adivinen tus pensamientos. No juegues al fallo, es una muy fea manera de jugar en la vida, esperando que el otro se deje los piños en el suelo después de una mala caída. Vive sin expectativas, pide lo que quieres y no te frustres si no lo consigues. Ya veis, yo pedí que la gente se inscribiera como seguidora de mi blog, y ya tengo dos. Este es el principio de una fortuna. Y, si no lo consigo, no me frustraré. Seguiré escribiendo con la seguridad de que, aunque la gente no se apunte como seguidora, me leen y lo que leen les complace. Un saludo muy fuerte a mis lectores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...