domingo, 28 de marzo de 2010

HIJO, ERES UN 'LILA'

Pincha el play y, como siempre, oirás una música sublime mientras lees. Esta vez se trata de Nocturno de Borodin.





Este artículo también se lo debo a mi amiga Carmen Lupe. Desde luego, proveedora de ideas para mí. Va por ti, Carmen.

Su madre la decía que era un poco ‘lila’. Seguramente se refería a que se pasaba de buena, y, a eso, mucha gente lo llama ‘ser un lila’. “Tú eres un lila, hijo mío. A ver cuándo espabilas; que te las van a dar todas en el mismo carrillo”.
Busco en el diccionario RAE –uno de mis libros de cabecera- y leo: lila3. (De la onomat. lil, lel, del balbuceo). 1. adj. coloq. Tonto, fatuo. U. t. c. s.

En realidad, tonto y fatuo, no expresa, a mi manera de ver, el verdadero sentido de ‘lila’. Tonto y fatuo es mucho más despectivo, más hiriente, más agresivo. Lila es, eso, demasiado bueno. Pero no tonto de baba, simplemente tontorrón. Sin ofender, sin molestar. Casi en defensa del apelado. Para que espabile, como antes decía la madre: “A ver cuándo espabilas; que te las van a dar todas en el mismo carrillo.”

Pero el ser un lila no quiere decir nada despectivo. La gente no quiere que los de su entorno hagan el tonto, y, hacer el tonto, es ceder en sus derechos, no querer discutir, dar frecuentemente el brazo a torcer. Es decir, tener una calidad humana difícil de encontrar en esta época, en la que todo el mundo discute por un asiento en el autobús o por una plaza en la cola del super.





Según las últimas investigaciones del Departament of Psicologie del Smithsonian Institute de Washington, todos los individuos no tienden a la maldad y lo corrigen con la disciplina, la ética y la moral, no. Lo individuos están divididos en malos y buenos. Y los malos siempre tienden a la maldad y lo buenos siempre a la bondad. En el estudio, ponían a varios individuos del grupo muestra, en condiciones de poderse lucrar, mintiendo en un juego psicológico en el que, ellos mismos, tenían que evaluar sus propios resultados. Todos estaban seguros de que actuarían impunemente, al no existir órganos de control. Sin embargo, la mitad mentían en su beneficio, y la otra mitad, se mostraban sinceros a ultranza, aunque esto fuera en contra de sus intereses.

Y, a la larga ¿Los buenos salen perjudicados en todos los órdenes de la vida? Se podría considerar que en este mundo de comercio, tener lo mejor y lo más caro, auparse en la cima, pisar cabezas, mentir, etc. esto sería cierto. Pero hablamos de un entorno de bondad en el que prevalezca el ser por encima del tener; el dar por encima del recibir, y el amar de manera incondicional. En la sociedad de consumo puede que, a la larga, ganen los malos. En el mundo del que yo hablo: el planeta de los ‘lilas’, es mejor ser que tener; dar que recibir; amar que odiar. Y, a la corta es mejor ser un poco ‘lila’, que un ‘listillo’ pisa cabezas, boludo, toca pelotas. Es mejor utilizar la ética, la moral y los valores humanos, que la picaresca, la mentira, el chantaje, el adulterio y la agresión verbal o física.

Estoy rodeado de buena gente que, quizá, tenga complejo de tonta. Yo les digo que sigan siendo ‘lilas’, pero impecables. Yo quiero tener montones de ‘lilas’; me gustan mucho más que los ‘cardos’. Aunque estos, en definitiva, también son hijos de Dios.



2 comentarios:

  1. hola, muy cierto e interesante lo que escribes. Podrias porfavor darme mas datos del estudio realizado? Lo que sea para tener mas parametros pues llevo buscandolo 2 horas (lo quiero para mis archivos) y no doy con el. Sabras la fecha, o quien lo realizo? lo que sea seguro ayuda. Gracias y felicidades :)

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  2. Comprometida con el mundo lila. Además es mi color favorito.

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