lunes, 11 de enero de 2010

ENSAYO SOBRE LA LIBERTAD (Parte 1)

Es imprescindible, en esta época de deterioro de todas las escalas, de todos los parámetros y de todos los puntos de vista, alertar sobre el significado de la libertad y sus consecuencias. Necesariamente distará este ensayo de la brevedad de los anteriores, y por esta razón, lo dividiré en varias entregas.


Ruego que no te canses de leer. Colgaré una entrega por día durante los próximos 4 días. Dado su interés te ruego que lo leas hasta el final. No se trata de una opinión propia. Es la recopilación del punto de vista de varios personajes con la mente clara y las ideas justas.

La libertad es un concepto muy amplio al que se le han dado numerosas interpretaciones por parte de diferentes filosofías y escuelas de pensamiento. Se suele considerar que la palabra libertad designa la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad. La libertad es aquella facultad que permite a otras facultades actuar y que está regida por la justicia.

Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX, la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad.

Este estado define a quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, lo que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. En caso de que no se cumpla esto último se estaría hablando de libertinaje. Pues la libertad implica una clara opción por el bien, sólo desde esta opción se estaría actuando desde la concepción de la Teleología. (Doctrina filosófica que estudia las causas finales de las cosas: su doctrina postula que todo está regido por la finalidad o teleología).

La protección de la libertad interpersonal puede ser objeto de una investigación social y política, mientras que el fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y filosófica. Ambas formas de la libertad se unen en cada individuo como el interior y exterior de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso y de lucha por el poder; las sociedades que luchan por el poder en la definición de los valores de los individuos y de la persona que lucha por la aceptación social y el respeto en el establecimiento de valores de la propia en el mismo.

Origen etimológico

La primera representación escrita del concepto "libertad" se cree que es la palabra cuneiforme sumeria “Ama-gi”. Pudiera ser la primera instancia de los seres humanos utilizando la escritura para representar a la idea de "libertad". Traducido literalmente, significa "volver a la madre". Las razones se desconocen.

En castellano la palabra libertad proviene del latín libertas-ātis, de igual significado. Como curiosidad, la palabra inglesa para libertad, freedom, proviene de una raíz indoeuropea que significa "amar"; la palabra de la misma lengua para decir miedo, afraid, viene de la misma raíz, usado como contraposición a libertad mediante el prefijo, a, por influencia del latín vulgar.

En filosofía

El filósofo Isaiah Berlin (1909-1997), señala una importante diferencia entre la "libertad de" (libertad negativa), y la "libertad para" (libertad positiva). Por ejemplo, la libertad de la opresión y la libertad para desarrollar el potencial propio. Estos dos tipos de libertad son, en realidad, las que se reflejan en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La libertad como la ausencia de moderación, significa no querer subyugar, careciendo de presentación, sin fuerza o la desigualdad. El logro de esta forma de la libertad depende de una combinación de la resistencia del individuo (o grupo) y su entorno; si una persona está en la cárcel o incluso, limitado por una falta de recursos, es libre dentro de su poder y el ambiente que lo rodea, pero no libre de desafiar la realidad. Las leyes naturales limitan esta forma de libertad. Por ejemplo, nadie es libre de volar (aunque podamos o no ser libres para intentarlo). Isaiah Berlin parece llamar a este tipo de libertad "libertad negativa". Una ausencia de obstáculos en el camino de la acción (especialmente por parte de otras personas). Esto se distingue de la "libertad positiva", que se refiere a la facultad de tomar decisiones que conduzcan a la acción.

La ética filosófica señala que la libertad es inherente al hombre, es un dato fundamental originario de la existencia humana que no puede remitirse a ningún otro y que, por eso mismo, no es posible eliminar ni contradecir. Todos los actos humanos presuponen a la libertad para poder ser moralmente imputables (libre albedrío). La libertad se sitúa en la interioridad de la persona, y siguiendo esa línea de pensamiento, afirma Ricardo Yekes Stork: "Es una de las notas definitorias de la persona. Permite al hombre alcanzar su máxima grandeza pero también su mayor degradación. Es quizás su don más valioso porque empapa y define todo su actuar. El hombre es libre desde lo más profundo de su ser. Por eso los hombres modernos han identificado el ejercicio de la libertad con la realización de la persona: se trata de un derecho y de un ideal al que no podemos ni queremos renunciar. No se concibe que se pueda ser verdaderamente humano sin ser libre de verdad."

La libertad ha sido a menudo utilizada para aludir a la revolución o rebelión. Por ejemplo, la Biblia registra la historia de Moisés conduciendo a su pueblo fuera de Egipto y de su opresión (la esclavitud), y en la libertad para adorar a Dios. (continuará mañana).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...